Madrid languidece sin turistas
El centro de la capital acumula decenas de negocios cerrados y sin visos de reabrir
Caminar por el centro de Madrid no es lo que era. El paseo por el kilómetro 0 y sus calles aledañas es más cómodo, porque ya no hace falta hacerlo en zigzag para esquivar las aglomeraciones. Y porque no resulta difícil mantener la distancia de seguridad que recomiendan las autoridades sanitarias. Pero esa falta de transeúntes dibuja un escenario moribundo que pone de relieve la profunda herida por la que se desangran los comercios de la zona. Especialmente en el tramo de Gran Vía a plaza España, donde los musicales han bajado el telón. Un reguero de locales cerrados o, en su defecto, semivacíos, que, junto al apagado de sus carteles luminosos, hacen perder vida al epicentro de la capital convertido en un erial sin turistas.
La imagen, que se repite en la plaza Mayor, la calle Arenal o la Gran Vía, “no es comparable a nada que haya sucedido en el último medio siglo”. Así lo reconocen los tenderos y camareros que pasan más tiempo saliendo a la acera a la caza del cliente que atendiendo los mostradores y las mesas. “Y así las cuentas no salen”. En gran medida porque este mes de julio, según los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), han dejado de circular 850 millones de euros a causa del descenso de turistas –apenas 76.339 por los 626.031 del año pasado. Dan fe de ello los cierres echados a tres comercios de cambio de moneda de la zona y media docena de tiendas dedicadas en la venta de souvenirs. “El drama es que agosto ha sido aún peor, y septiembre no ha arrancado con grandes diferencias”, se lamenta Paloma de Marco, presidenta de Apreca, la asociación que aglutina a comerciantes de las calles del Arenal, Preciados y Carmen.
Las grandes franquicias, como Mcdonald’s, Adidas, Five Guys o Primark, aguantan el tirón a duras penas, pero estremece ver negocios históricos como el Museo Chicote de Gran Vía o La torre del oro de la plaza Mayor, sin actividad. “Solo quien tiene el local en propiedad está en condiciones de permanecer abierto a pescar lo poco que se mueve. Pero a ver quién paga los disparatados alquileres que se piden por esta zonas”, señala Miguel, camarero de un bar de una bocacalle de Gran Vía.
El director general de Hostelería Madrid, Juan José Blardony, teme que “el 40% del sector hostelero desaparezca a causa de la crisis del coronavirus y de las restricciones impuestas para evitar contagios,” que en los próximos días se endurecerán con reducciones de aforo que se suman a la prohibición de fumar en las terrazas sin distancia de seguridad. “Las pymes de hostelería no cuentan con el músculo económico que tienen detrás las grandes cadenas, por ejemplo, y muchas de nuestras pequeñas empresas no podrán soportar los meses de cierre y la desaceleración del consumo que viviremos con la reapertura. Solo en agosto se han perdido 40.000 empleos en la hostelería madrileña”, resume. “Necesitamos que se amplíen las ayudas la puesta en marcha de un plan de choque para que el Ayuntamiento desbloquee la concesión de nuevas licencias de terrazas”, insiste. Para ello pone como ejemplo el consumo en los barrios residenciales, donde “sí se ha abierto más la mano para instalar terrazas en aparcamientos”.
La cosa no pinta mejor en lo que a hoteles se refiere. El balance de la
Las grandes franquicias aguantan el tirón, pero negocios históricos como el Museo Chicote no han reabierto
Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM) del mes de agosto refleja una ocupación media en los hoteles del 17%, frente al 65% del mismo periodo del año pasado, con una caída del 85% en las pernoctaciones en lo que va de año con respecto de 2019. De los 320 establecimientos agrupados en la asociación, apenas han abierto 131. Poco más de un tercio. Hoteles emblemáticos como The Westin Palace ya han abierto y el Four Seasons lo hará en breve, pero hay otros tantos que han retrasado su reapertura como el hotel Trypp de Gran Vía, que sigue con la persiana echada y sin fecha de reapertura.