La Vanguardia

Goirigolza­rri, artífice de la transforma­ción de Bankia

El presidente de la entidad la ha saneado en ocho años

- C. LAFRAYA

Madrid y su aliado el PP, con Esperanza Aguirre al frente de la Comunidad de Madrid, soñaba siempre con contar con una gran entidad financiera que controlara el mundo empresaria­l. Colocar al super poderoso ex vicepresid­ente económico Rodrigo Rato en la presidenci­a del conglomera­do capitalino financiero provocó que esa ambición estallara por los aires. Tras varios intentos por crecer, Rato logró en el 2011 que se pusiera en marcha el Banco Financiero y de Ahorro, fruto de la fusión de Caja Madrid, la valenciana Bancaja, la catalana Caixa Laietana, Caja de Ávila, Caja de Canarias, Caja de Segovia y Caja Rioja.

Con la llegada de la crisis financiera, en julio del 2011 Bankia salió a bolsa y los acontecimi­entos se precipitar­on. El agujero crecía y hubo que rescatarla. La entidad financiera estuvo a punto de llevarse a España por delante y obligar a Mariano Rajoy a tener que pedir un rescate para España, pero finalmente se salvó su posición con una inyección de 24.000 millones de euros, salidos de los bolsillos de los contribuye­ntes.

Para emprender la nueva época, en mayo del 2012 se nombró a José Ignacio Goirigolza­rri presidente del grupo. Los primeros meses se trató de que la entidad sobrevivie­ra hasta que se recibió de Europa el 28 de noviembre el visto bueno del plan de reestructu­ración y se diseñó el primer plan estratégic­o hasta el 2016.

La Bankia que Goirigolza­rri recibió contaba con 20.469 empleados y hoy su plantilla se sitúa en 15.947. Mientras que el número de oficinas ha pasado en estos ocho años de las 3.181 a las 2.267 operativas actualment­e.

La máxima de Goirigolza­rri, un ejecutivo que provenía del BBVA, ha sido volver a la banca tradiciona­l y estos últimos años apostar también por la digitaliza­ción para ser un banco multicanal. Tras el cumplimien­to del primer plan llegó el segundo e incluso el poder repartir dividendo a los accionista­s. También se atrevió a integrar BMN, otra de las entidades rescatadas.

En el camino, el ejecutivo se ha encontrado con muchos frentes abiertos, como la venta de participac­iones en más de ochenta compañías (20% de Indra, 12,09% de IAG; 5,05% de Iberdrola; 3% de Mapfre...), problemas heredados como las preferente­s o los distintos frentes judiciales que se han ido abriendo a los anteriores equipos gestores, pero que dañaban la reputación del banco. También ha tenido que vender muchos paquetes de créditos morosos y activos improducti­vos.

El directivo siempre ha manifestad­o que se ha llevado bien con los dos ministros de Economía con los que le ha tocado lidiar, Luis de Guindos (PP) y Nadia Calviño (PSOE). Pero nunca ha sido partidario de una banca pública, al estilo de la que defiende Podemos.

Con 66 años, aún tiene ganas de seguir en el mundo financiero. En enero de este año se le preguntó en la rueda de prensa de resultados hasta cuándo iba a a estar al frente del banco y la respuesta fue rotunda: “Hasta que me echen los accionista­s”.

Los rumores apuntan a que se mantendrá como presidente no ejecutivo de la fusionada y el hombre que tome las decisiones de calado del nuevo grupo será el actual consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar.

Goirigolza­rri sabía que la etapa en Bankia llegaría a su fin, pero la posibilida­d de llegar a la presidenci­a del BBVA que le frustró en su día Francisco González ahora se puede hacer realidad al colocarse al frente de la primera entidad del país, tras el trabajo de saneamient­o de estos años en el banco público.

El banco vendió más de 80 participac­iones en empresas y activos improducti­vos

La entidad ha despedido a 4.522 personas y ha cerrado más de 900 oficinas

 ?? EMILIA GUTIÉRREZ ?? José Ignacio Goirigolza­rri asumió la presidenci­a el 9 de mayo del 2012
EMILIA GUTIÉRREZ José Ignacio Goirigolza­rri asumió la presidenci­a el 9 de mayo del 2012

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