Lesmes presiona a PP y PSOE para renovar el Poder Judicial
Socialistas y populares se acusan del bloqueo tras dos intentos fallidos de pactar los cambios
Los dos principales partidos políticos tienen bloqueado desde hace dos años el nombramiento del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el órgano que regula a los jueces. En diciembre del 2018 terminó el mandato de cinco años de Carlos Lesmes como presidente de la institución, así como de los veinte vocales que lo conforman. Desde entonces, PP y PSOE no son capaces de llegar a un entendimiento para lograr un consenso y elegir a veinte jueces o juristas de reconocido prestigio que representen al órgano de gobierno del poder judicial.
Este lunes, Lesmes puso en evidencia el grave daño que está produciendo ese bloqueo a las instituciones. Y lo advirtió con dureza al iniciar su intervención en la apertura del año judicial: “El año pasado, ya vencido el mandato del actual CGPJ y por lo tanto en prórroga de mis funciones, pronuncié por segunda vez unas palabras de despedida que no imaginé tener que reproducir de nuevo este año, pero la renovación de la institución sigue sin producirse pese a que la venimos reclamando insistentemente. Este retraso –añadió– representa una seria anomalía. La propia Constitución fija en cinco años la duración del mandato de cada Consejo, por lo que me veo en la obligación de exhortar nuevamente a los poderes públicos concernidos a renovar la institución sin mayores dilaciones”.
Lesmes lanzó esa advertencia ante el rey Felipe VI y ante la mirada del líder del PP, Pablo Casado, y del ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, entre otros. Precisamente, este último ha sido el encargado, junto al secretario de Justicia de los populares, Enrique López, de buscar un consenso para hacer efectiva la renovación que finalmente ha saltado por los aires. El PP no quiere pactar la renovación del CGPJ mientras esté Podemos en el Ejecutivo. Según sostiene la formación de Casado, la posición del vicepresidente Gobierno y secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, sobre la abolición de la monarquía es incompatible con su entrada en las instituciones.
Mientras tanto, el Consejo sigue presidido por Lesmes y con una mayoría conservadora. Desde diversos sectores progresistas se ha criticado el papel del órgano porque continúa con la política de nombramientos mientras está en funciones. En la otra cara de la moneda, la explicación ofrecida es que el poder judicial no puede quedar paralizado por culpa de formaciones políticas que no se ponen de acuerdo para desatascar el problema. “Conviene recordar también –subrayó Lesmes– que el órgano de gobierno de los jueces tiene asignadas por esa misma Constitución unas muy relevantes funciones, en particular en materia de nombramientos, ascensos, inspección y régimen disciplinario, funciones que son permanentes y de debido cumplimiento, de manera que deben seguir desarrollándose con normalidad”. “Lo contrario –recordó el presidente del CGPJ– sería incumplir la propia norma fundamental, con grave quebranto para la Justicia española, a la que dañaría una paralización institucional mantenida en el tiempo, en un momento en que debe afrontar unos retos enormes”.
De hecho, en enero de este año, el Consejo anunció que paralizaba los nombramientos como modo de presionar a las formaciones para que lograran un consenso. Sin embargo, cinco meses después anunciaba su reactivación. Lesmes tenía la esperanza de que estos últimos acercamientos dieran sus
JUSTIFICA LOS NOMBRAMIENTOS “La Constitución recoge que las funciones del CGPJ son permanentes”
DOS AÑOS DE PARÁLISIS
PP y PSOE no logran un consenso después de dos intentos fallidos de desbloqueo
frutos, pero Casado ya ha anunciado que no apoyará la renovación mientras Pedro Sánchez vaya de la mano de Iglesias. Desde noviembre de 2018, cuando el pacto estuvo a punto de cerrarse, no se había estado tan cerca de una renovación. En aquella primera ocasión, la publicación de unos mensajes remitidos por el entonces portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, en un grupo de Whatsapp para avisar de que el nombramiento de Manuel Marchena como presidente del Consejo y del Supremo les ayudaría a controlar la Sala de lo Penal del alto tribunal “por detrás”, hizo que se rompiera cualquier acuerdo.
El propio Marchena, presidente de la Sala Segunda del Supremo, anunció que renunciaba a aquella “hipotética designación”. Su paso atrás llevó a las formaciones a un nuevo bloqueo con pocos visos de resolverse a corto plazo.
Lesmes también aprovechó su comparecencia, ayer, para reclamar un análisis “sosegado” del decreto del estado de alarma aprobado el 14 de marzo ante la pandemia por coronavirus. A su juicio, se deben revisar las respuestas jurídicas y no jurídicas que se dieron en aquel texto, “habida cuenta de la inapelable tozudez con que la Historia nos demuestra que se podrán repetir en el futuro”. Así, recordó la necesidad de una mayor “claridad normativa” ante acuerdos aprobados por diversas administraciones, que luego deben ser revisadas por los tribunales.
Lo que reclamó Lesmes es que se aclaren bien todas las medidas que desde distintas instituciones, centrales y autonómicas, se acuerdan para limitar diversas libertades de los ciudadanos y que después tienen que ser revisadas por la justicia. “Si tal claridad normativa siempre es deseable, hemos de reclamarla con mayor intensidad cuando se trata de medidas que, si bien es cierto que resultan necesarias para combatir la pandemia, no es menos cierto que afectan directamente al ejercicio de nuestros derechos más básicos”, señaló.
La apertura del año judicial fue del todo inusual por el coronavirus, con muchos menos asistentes, sin el cóctel de celebración del inicio del curso judicial, y con todos los asistentes ataviados con sus mascarillas. Asimismo, se dejaron a un lado las referencias al conflicto catalán, para centrarse en la pandemia y sus consecuencias. “La tremenda amenaza generada por la Covid-19 ha provocado también importantísimas tensiones en el orden legal de los Estados, que han llevado a la adopción de estrictas medidas, sin parangón desde la Segunda Guerra Mundial”, concluyó Lesmes.