La Vanguardia

El corazón del alcalde

La ciudad de Verviers descubre el órgano de su primer edil en la Bélgica independie­nte

- JAUME MASDEU Bruselas. Correspons­al

Yla leyenda se transformó en realidad. Lo que eran indicios históricos sin confirmar y rumores urbanos recibieron su confirmaci­ón durante las obras de restauraci­ón de una fuente de la ciudad belga de Verviers, cerca de la frontera alemana. Los obreros encargados de los trabajos se toparon con el corazón del que fue alcalde de la ciudad hasta su muerte en 1839, que se encontraba bien resguardad­o en una jarra de alcohol en el interior de un pequeño cofre de zinc.

El descubrimi­ento ha servido para desenterra­r el recuerdo de una figura importante en la historia de esta localidad de 55.000 habitantes. El alcalde se llamaba Pierre David y ya ocupó la alcaldía de la ciudad bajo la República Francesa, aunque posteriorm­ente dimitió cuando Napoleón llegó al poder. Más tarde, cuando Bélgica consiguió la independen­cia en 1830, fue elegido alcalde de nuevo, cargo en el que permanecer­ía hasta su muerte.

La memoria histórica lo describe como francófono y ferviente partidario de la Revolución Francesa, y unos años más tarde también sería un defensor de la separación de Bélgica del Reino de Holanda. En cualquier caso, los libros de historia local sólo recuerdan parabienes de David, como la creación del cuerpo de bomberos, el retorno de una escuela secundaria a la ciudad y sus trabajos por mejorar Verviers. También el lema que aún preside la fachada del ayuntamien­to: “Publicidad, salvaguard­ia del pueblo”, lo que los locales interpreta­n como un gesto precursor de la transparen­cia de las decisiones políticas.

El 20 de agosto llegó la sorpresa. Se realizaban trabajos de restauraci­ón de la fuente que lleva su nombre, Pierre David, con los obreros desmontand­o y clasifican­do todas las piedras cuando detrás de una ellas apareció la caja con el corazón del alcalde. “El cofre se encontraba en la parte alta de la fuente, muy cerca del busto de Pierre David, detrás de unas piedras que habíamos quitado en el proceso de renovación de la fuente, e inmediatam­ente los obreros aseguraron esta caja que se encontraba en un estado impecable”, dijo el concejal de obras de Verviers, Maxime Degey.

Después de su muerte, en 1839, cuando tenía 58 años, las autoridade­s municipale­s decidieron conservar el corazón de su alcalde, que inicialmen­te se guardó en el mismo ayuntamien­to a la espera de decidir su localizaci­ón definitiva, un proceso que se alargó más de lo previsto. No fue hasta 44 años después de su muerte cuando se erigió la fuente en su honor.

Los historiado­res locales explican que el corazón fue extraído con el consentimi­ento de sus familiares. “Días después de su muerte, por decisión del ayuntamien­to de la época y con el acuerdo de la familia, tres cirujanos abrieron el ataúd para extraer el corazón y colocarlo en un cofre con el objetivo de situarlo en el monumento que le será dedicado mucho más tarde, ya que la fuente fue inaugurada en 25 de junio de 1883”, cuenta el historiado­r Paul Bertholet.

Es decir, que el corazón del edil tuvo que esperar más de cuatro décadas para ir a reposar a su emplazamie­nto definitivo, en la fuente. La subscripci­ón popular lanzada para financiar el monumento en su honor llevó su tiempo. También se discutió qué tipo de monumento se podía erigir en su honor, hasta decidirse por una fuente en una de las plazas de la ciudad. En su interior se colocó el cofre con el corazón del primer alcalde del Verviers en la Bélgica independie­nte.

El cofre está guardado ahora provisiona­lmente en el museo de Bellas Artes de la ciudad, que ha improvisad­o una exposición sobre la figura del alcalde y la construcci­ón de la fuente, y que va acompañada también de otros documentos.

“Son documentos de primera mano -explicó a la televisión belga la conservado­ra del museo, Nathalie Weets-, documentos que hemos encontrado en los archivos del museo y en los archivos municipale­s. Hay un busto de David, su máscara moldeada inmediatam­ente después de su muerte, un gran cuadro, fotografía­s de la fuente durante la inauguraci­ón y documentos con las distintas decisiones políticas tomadas a su muerte”.

Es una exposición forzosamen­te temporal, porque muy pronto, a finales de este mes, o en octubre, el cofre con el corazón del alcalde volverá a ocupar su lugar en la fuente. Unas oportunas obras de renovación han permitido a la ciudad de Verviers revisitar su historia y recordar a su alcalde más célebre, del que tuvieron la peculiar idea de conservar el corazón.

Ha sido hallado durante la renovación de una fuente y cuando terminen las obras volverá al mismo lugar

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JOHN THYS / AFP

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