El PDECAT quiere voz propia en los grupos parlamentarios de Jxcat
La ruptura entre Jxcat y el PDECAT tiene su eco en los grupos parlamentarios posconvergentes en el Congreso y el Parlament, con representantes de ambas formaciones. Una convivencia que no se antoja fácil tras las escaramuzas entre las dos fuerzas estas últimas semanas –con conflicto judicial de por medio a cuenta de la marca Junts per Catalunya y la expulsión de la ya exconsellera Àngels Chacón del Govern–, pero que desde el PDECAT quieren mantener para evitar una escisión en los grupos parlamentarios que no creen que, hoy por hoy, sea práctica.
La ejecutiva del Partit Demòcrata se reunió ayer con sus diputados en el Congreso y en el Parlament –cuatro en cada cámara– y acordó que sus respectivos portavoces, Ferran Bel y Marc Solsona, se pongan en contacto con sus homólogos de Jxcat, Laura Borràs en Madrid y Albert Batet en Barcelona, para negociar el “encaje” ante “la nueva realidad”. O lo que es lo mismo, explorar hasta qué punto el PDECAT puede desarrollar su “acción política” dentro de los grupos parlamentarios actuales de Jxcat. Ello se materializaría en poder votar diferente o impulsar iniciativas parlamentarias propias, según explican fuentes de la formación. En este sentido, el PDECAT comunicó ayer que “defenderá su línea y tradición propia tanto en el Parlament como en el Congreso”. De hecho, la dirección que pilota David Bonvehí siempre enfatizó la necesidad de preservar y ser coherente con el legado político ideológico de Convergència en sus fallidas negociaciones con la nueva fuerza de Carles Puigdemont, a la que acusa de tender más a la izquierda.
Uno de los escenarios en los que la singularidad del PDECAT puede cobrar protagonismo es en la compleja negociación del Gobierno de Pedro Sánchez para los presupuestos generales del Estado. Tal y como avanzó La Vanguardia, en su voluntad de volver a presentarse como un partido “serio y de gobierno”, los diputados del PDECAT en el Congreso –el citado Bel, Sergi Miquel, Genís Boadella y Concepció Cañadell– se plantean explorar una negociación con el Ejecutivo central, lo que abriría el abanico aritmético de Sánchez. Con ello, el PDECAT trataría de marcar perfil propio y poner distancia con el grupo de Jxcat que conduce Laura Borràs, que se ha caracterizado por su frontal oposición al PSOE. Paso importante ante la expectativa de poder ir a las elecciones por su cuenta.
La “nueva realidad” a la que hace referencia el partido presidido por Bonvehí responde a la constatación de que ahora los grupos parlamentarios de Jxcat incluyen
El partido de Bonvehí se abre a que sus diputados en el Congreso negocien los presupuestos
“dos partidos diferentes”. Por ahora, el PDECAT ve predisposición en Jxcat para concederle personalidad propia en sus grupos parlamentarios y es que ambas formaciones asumen que en este momento es más práctico proceder con el mismo grupo sin tener que desmantelarlo. En el Parlament, Jxcat es el segundo grupo en cuanto a tamaño con 34 diputados, pero en el Congreso la cifra se rebaja a ocho –cuatro de ellos del PDECAT–, por lo que ya ahora no tiene grupo propio y comparte espacio con Más País, Compromís y el BNG en el grupo Plural. En cambio, en el Senado los cinco representantes de Jxcat se dieron de baja de la formación heredera de Convergència tras anunciarse la demanda del PDECAT por las siglas de Junts.