La Vanguardia

El PDECAT quiere voz propia en los grupos parlamenta­rios de Jxcat

- SERGI QUITIAN

La ruptura entre Jxcat y el PDECAT tiene su eco en los grupos parlamenta­rios posconverg­entes en el Congreso y el Parlament, con representa­ntes de ambas formacione­s. Una convivenci­a que no se antoja fácil tras las escaramuza­s entre las dos fuerzas estas últimas semanas –con conflicto judicial de por medio a cuenta de la marca Junts per Catalunya y la expulsión de la ya exconselle­ra Àngels Chacón del Govern–, pero que desde el PDECAT quieren mantener para evitar una escisión en los grupos parlamenta­rios que no creen que, hoy por hoy, sea práctica.

La ejecutiva del Partit Demòcrata se reunió ayer con sus diputados en el Congreso y en el Parlament –cuatro en cada cámara– y acordó que sus respectivo­s portavoces, Ferran Bel y Marc Solsona, se pongan en contacto con sus homólogos de Jxcat, Laura Borràs en Madrid y Albert Batet en Barcelona, para negociar el “encaje” ante “la nueva realidad”. O lo que es lo mismo, explorar hasta qué punto el PDECAT puede desarrolla­r su “acción política” dentro de los grupos parlamenta­rios actuales de Jxcat. Ello se materializ­aría en poder votar diferente o impulsar iniciativa­s parlamenta­rias propias, según explican fuentes de la formación. En este sentido, el PDECAT comunicó ayer que “defenderá su línea y tradición propia tanto en el Parlament como en el Congreso”. De hecho, la dirección que pilota David Bonvehí siempre enfatizó la necesidad de preservar y ser coherente con el legado político ideológico de Convergènc­ia en sus fallidas negociacio­nes con la nueva fuerza de Carles Puigdemont, a la que acusa de tender más a la izquierda.

Uno de los escenarios en los que la singularid­ad del PDECAT puede cobrar protagonis­mo es en la compleja negociació­n del Gobierno de Pedro Sánchez para los presupuest­os generales del Estado. Tal y como avanzó La Vanguardia, en su voluntad de volver a presentars­e como un partido “serio y de gobierno”, los diputados del PDECAT en el Congreso –el citado Bel, Sergi Miquel, Genís Boadella y Concepció Cañadell– se plantean explorar una negociació­n con el Ejecutivo central, lo que abriría el abanico aritmético de Sánchez. Con ello, el PDECAT trataría de marcar perfil propio y poner distancia con el grupo de Jxcat que conduce Laura Borràs, que se ha caracteriz­ado por su frontal oposición al PSOE. Paso importante ante la expectativ­a de poder ir a las elecciones por su cuenta.

La “nueva realidad” a la que hace referencia el partido presidido por Bonvehí responde a la constataci­ón de que ahora los grupos parlamenta­rios de Jxcat incluyen

El partido de Bonvehí se abre a que sus diputados en el Congreso negocien los presupuest­os

“dos partidos diferentes”. Por ahora, el PDECAT ve predisposi­ción en Jxcat para concederle personalid­ad propia en sus grupos parlamenta­rios y es que ambas formacione­s asumen que en este momento es más práctico proceder con el mismo grupo sin tener que desmantela­rlo. En el Parlament, Jxcat es el segundo grupo en cuanto a tamaño con 34 diputados, pero en el Congreso la cifra se rebaja a ocho –cuatro de ellos del PDECAT–, por lo que ya ahora no tiene grupo propio y comparte espacio con Más País, Compromís y el BNG en el grupo Plural. En cambio, en el Senado los cinco representa­ntes de Jxcat se dieron de baja de la formación heredera de Convergènc­ia tras anunciarse la demanda del PDECAT por las siglas de Junts.

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