Nueva estocada de Karelys
La abogada irrumpe en la televisión y se interpone entre Cayetano y Eva González
Si alguien deseara hacer un curso acelerado sobre cómo hacerse famoso de manera más o menos precoz tendría la opción de contactar con Karelys Rodríguez para que compartiera su experiencia y quien sabe si darle algún que otro consejo. Hace poco más de seis meses esta abogada no era ni un esbozo en el cuadro actual de la prensa del corazón. Pero los trazos con su figura terminaron contra el lienzo de manera abrupta, aunque con un estilo algo surrealista.
La revista Semana la presentó oficialmente en las galerías del sector con la publicación de unas fotografías en las que aparecía en una actitud cariñosa junto a Cayetano Rivera en la ciudad de Londres. Solo era el pistoletazo de salida de lo que ha terminado siendo un auténtico tour por la mayoría de revistas del corazón de nuestra país para hablar de una supuesta relación con el torero que se habría alargado, según su testimonio, durante unos seis años, por lo que la sombra de la infidelidad de Cayetano a su mujer, Eva González, casados desde hace un lustro, fue lo primero en ponerse sobre la mesa. Toda una faena para el hijo de Carmen Ordóñez, esta vez fuera de las corridas de toros.
Mientras algunos ya hablaban en los mentideros del sector rosa de una supuesta crisis matrimonial entre el torero y la presentadora a raíz de la aparición de la abogada española afincada en el Reino Unido, Karelys vio como su discurso sufría un duro desgaste cuando la misma publicación que había dado a conocer las fotos con el diestro la acusaba solo dos meses después de estar detrás de las instantáneas y de haber orquestrado una traición para señalar en mayúsculas el nombre de Cayetano. La revista aportaba como prueba unos supuestos mensajes que la joven de 26 años se mandó con el paparazzi que hizo las fotografías.
Curiosamente, Karelys había escogido poco antes otra revista, ¡Hola!, para conceder su primera entrevista después de la aparición de las primeras fotos. Su versión en ese momento fue que, aunque era cierto que conocía al torero desde el 2012, solo estuvieron juntos algunos meses durante la ruptura de este con su actual mujer, en el bache sentimental por el que atravesaron en el 2014 y del que salieron finalmente airosos. La abogada borraba de un plumazo la supuesta infidelidad del torero y aseguraba que su único objetivo al dar esa entrevista era “lavar su imagen” y que jamás se había planteado pasar a ser una personalidad pública, además de asegurar que lo había pasado muy mal por ello.
La doble contradicción llegó meses más tarde, en julio, esta vez para la revista Lecturas donde contaba otra versión distinta: sí que había mantenido una relación con el diestro alargada en el tiempo por espacio de seis años, aunque de manera intermitente, y que siempre era Cayetano quien la perseguía para retomar la relación cuando ella quería dejarlo porque algo la había molestado. Un giro de guión inesperado que ha completado ahora con una nueva entrevista el pasado sábado para el programa
Viva la vida
donde mantiene su última versión. Su salto a la pequeña pantalla no va en la línea de la privacidad de la que la joven hacía gala y podría tener de nuevo un fuerte impacto en la vida de un Cayetano que, aunque luego se desdijo, tenía pensado alejarse un tiempo de la temporada taurina.
A su lado una, por ahora, Eva González que no ha querido entrar al trapo con los medios sobre esta rocambolesca historia y que disfruta de su mejor momento profesional como presentadora de La Voz y con el galardón que acaba de recibir, el premio Joan Ramon Mainat en el Festval de Vitoria. Si la tempestad va por dentro, ya es algo que forma parte de la intimidad de una pareja cómplice de puertas a fuera, como se pudo ver este verano en las playas de Cádiz junto a su hijo Cayetano. Eso sí, en ese momento no sabían que Karelys Rodríguez ficharía como colaboradora de Viva
la vida logrando un púlpito privilegiado para seguir la corrida desde la barrera. Se avecinan chubascos y quizás alguna demanda.
La joven letrada mantiene su versión sobre una relación con el torero que se habría alargado seis años