El Jumbo no corre como el Ineos

Esto está siendo duro. Venimos rodando muy rápido todos los días, aunque quizá no se aprecie así por televisión, y me parece un Tour más exigente que los anteriores que he corrido. El pasado domingo tuve problemas de espalda, no podía pedalear correctamente, y perdí bastante tiempo por lo que mi objetivo de ahora en adelante será meterme en una buena escapada y buscar una etapa. No será fácil.

En la jornada de descanso hemos ido a ver los kilómetros finales de la etapa de este martes. No sé si habrá viento, pero es una ratonera, es peligroso. De todas formas, veo bien al equipo. Enric Mas está bien situado, no ha perdido demasiado, y entre todos confiamos especialmente en la tercera semana, la más complicada. Es que no nos queda otra: esperar a ver si los rivales bajan el nivel y nosotros podemos subirlo.

Es curioso ver cómo lleva la carrera el Jumbo, a veces da la impresión de que van tan rápido que se acaban perjudicando entre ellos mismos. Lo vimos el otro día, con Van Aert tirando y Dumoulin sufriendo. Aunque la apuesta sea Roglic, creo que a Dumoulin lo han quemado quizá sin necesidad, podrían tenerlo más metido en la general. Es un sistema algo distinto al del Ineos, que llevaba la carrera más controlada, regulaba mejor. Lo tenían todo medido y buscaban mantener junto al equipo. Era un estilo más cerebral y el del Jumbo usa más la fuerza bruta, no esperan a un compañero como sí hacía el Ineos. Una clave puede ser cómo responde Bernal en la tercera semana. Ahora se le ve algo menos fuerte que en el 2019, pero no se puede descartar a quien lleva el dorsal 1. Es de los que irán a más, ya lo hizo el año pasado: tapado hasta la tercera semana.