El temor a otro confinamiento ya lleva a comprar pisos más grandes
Las ventas se hunden un 37% en Catalunya pero los dueños no bajan los precios
Los catalanes han comprado viviendas con una superficie media cercana a los 100 metros cuadrados en el segundo trimestre del año, la superficie máxima de la serie histórica, en un cambio de preferencias ligado a la experiencia del confinamiento, según un informe presentado ayer por el Colegio y la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Catalunya.
Luis Fabra, director de la consultora Gamerin, que ha elaborado el informe por encargo del Colegio, ha explicado a los API, en una conferencia online, que la superficie media de la vivienda nueva libre vendida ha sido de 100,9 m2, y de 92,47 m2 la de la vivienda usada. A su juicio, el cambio en las preferencias de los consumidores, ante el temor a tener que volver a confinarse en casa como en marzo, “es una oportunidad para los promotores, que pueden adaptar el diseño de su producto a esta demanda”, aunque reconoció que es pronto para saber si estos hábitos se mantendrán de manera permanente.
El mayor impacto del confinamiento, destacó Fabra, ha sido una caída de las compraventas de viviendas en Catalunya, de un 37% en el segundo trimestre respecto al mismo periodo del año pasado. El experto recordó que la caída ha continuado siendo muy fuerte en julio, del 30%, pese a que las inmobiliarias han vuelto a abrir, por lo que auguró que en el conjunto del año las ventas pueden bajar del orden del 25%.
Vicenç Hernández, director de la consultora Tecnotramit, explicó que a su juicio la caída de las ventas será mayor, y superará el 30%, porque va más allá de la que ha provocado el cierre temporal de las agencias. “La destrucción de empleo de la crisis hará que parte de la demanda desaparezca. Y en todo caso, la incertidumbre hace que los posibles compradores retrasen su decisión de compra, seis o doce meses”.
Una de las mayores caídas de ventas, de más del 40% se ha dado en la ciudad de Barcelona. Allí, destaca Fabra, el máximo de ventas se alcanzó a principios de 2017, y desde entonces han ido a la baja, por el alto nivel de los precios, un proceso que se ha acelerado en el último trimestre por la ausencia de compradores extranjeros. Un descenso aún mayor registraron la ciudad de Girona (45%) y la de Tarragona (47%).
El confinamiento y las dificultades económicas por el momento no se han trasladado a los precios, constata Fabra. Así, los precios por metro cuadrado en las viviendas vendidas en el segundo trimestre son aún un 1,17% más altos que los del mismo periodo del año pasado.
En las ubicaciones donde los precios habían subido más, como en la ciudad de Barcelona, los precios han bajado más: en la capital, un 0,65% en el trimestre, pero ya bajaban desde el segundo trimestre del 2019, de manera que en junio eran un 1,22% inferiores a los de hace un año.
Los precios de oferta de los propietarios sí que bajaron con fuerza durante el confinamiento, un 8%, según los datos de los portales inmobiliarios, pero volvieron a subir en agosto, al recuperarse la normalidad. Según Anna Puigdevall, gerente del colegio, “aunque los propietarios han enfriado sus expectativas, que reflejan los precios de oferta, se resisten a bajar los precios de cierre”.
Vicenç Hernández explicó que los precios reaccionan con retraso al deterioro del empleo y de la economía, por lo que auguró una corrección de los precios de entre el 6% y el 8% este año, centrada en los barrios con población con menor nivel adquisitivo y en zonas turísticas. A su juicio, habrá que esperar a 2023 para ver un nivel de actividad y de precios similar al de antes de la crisis.
CAMBIO DE HÁBITOS
Los promotores pueden cambiar el diseño de los edificios para ganar ventas
MENORES EXPECTATIVAS
Los propietarios bajan los precios de oferta en los portales, pero no el precio de cierre