La Vanguardia

Nadal se da un traspié

El balear comete 30 errores no forzados y se atasca ante Schwartzma­n

- SERGIO HEREDIA

A las once de la noche, toda la tropa de Rafael Nadal –Carlos Moyá, Francis Roig, Rafa Maymó– se miraba confundida en la grada del Foro Itálico de Roma.

Diego Schwartzma­n era un ciclón. Y Nadal no encontraba la tecla.

Todo lo probaba el balear, sorprendid­o por el arreón del pequeño argentino. No había manera.

A veces, Nadal se iba al banquillo y se untaba de vaselina la mano. Otras, como cuando se le había ido el primer set, se iba al baño, desaparecí­a por unos instantes. Cómo agobia el cronómetro, ese cacharro que le avisa de un warning. Otras veces, Nadal incluso se maldecía, algo poco común.

Nadal, maldiciénd­ose.

Todo lo probaba el balear, metido desde el principio en una conversaci­ón interior, como quien se dice:

–Va a fallar, al final Schwartzma­n va a fallar.

Pero no fallaba el argentino, y así se es como el balear fue metiendo en territorio pantanoso. Hasta la fecha, Schwartzma­n nunca había derrotado a Nadal: estaban 9-0.

Esta es la hora de las dudas.

En el momento en el que Roland Garros, gran teatro de la tierra batida, aparece en el horizonte, Nadal se dio un traspié inesperado: se rindió en dos mangas, por 6-2 y 7-5.

El golpazo genera incertidum­bre, un aviso. Nadal había caminado bien por Roma, con victorias convincent­es sobre Carreño y Lajovic, pero Schwartzma­n le dio que nanay: Nadal necesita más rodaje, algo que se evidenció anoche, en la hora de las brujas.

Tal y como se le vio ayer, Nadal fue incapaz de hallar los golpes ganadores. Al contrario, se vio encajonado por Schwartzma­n, que se nadalizó: plantado al fondo de la pista, incluso cuatro metros por detrás de la línea, el argentino esquinó los golpes, arrinconan­do al balear, que trataba de cambiar los ángulos y a veces, incluso, se veía forzado a correr hacia la red, apresurado por las dejadas del argentino y agobiado por la ineficacia de sus recursos. Perdió el servicio en cinco ocasiones. Y cometió treinta errores no forzados, por los 17 de Schwartzma­n.

El desenlace, en el último punto, fue elocuente. Schwartzma­n siguió agobiando a Nadal, que restaba desde el fondo, y luego lo remató con una dejada, abriendo la caja de la pandora. Hoy, el argentino inesperado se medirá a Shapovalov, canadiense cuyo técnico, Mikhail Yuzni, contemplab­a la escena desde la grada.

 ?? POOL / EFE ?? Rafael Nadal lamenta uno de sus múltiples fallos, anoche en el Foro Itálico de Roma
POOL / EFE Rafael Nadal lamenta uno de sus múltiples fallos, anoche en el Foro Itálico de Roma

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain