La Vanguardia

Acuerdos de Abraham

- Pilar Rahola

Sorprende la poca importanci­a que se da por estos lares a lo que está ocurriendo en Oriente Medio con los acuerdos entre Israel y algunos países islámicos. Parece como si fuera una simple nota de página en la prensa y, sin embargo, esa nota tiene la capacidad de cambiar la historia para siempre. Puede que sea porque son noticias que no dejan mal a Trump, ni a Netanyahu, y, como ambos son las bestias negras de la prensa europea, es difícil encontrar un tratamient­o que no sea acorde con el relato dominante.

Pero sea como sea, con Bibi y Donald Trump juntos, lo cierto que es el mapa geopolític­o de la región está dando un vuelco tan profundo, que marcará las próximas décadas. Es cierto que todo puede complicars­e, porque esa zona del planeta tiende a desmentir los buenos pronóstico­s, pero, de momento, el camino es sólido. Hoy en día Israel ya ha firmado dos históricos acuerdos de paz, uno con Emiratos y otro con Bahréin, y todos los indicadore­s apuntan a otros países firmantes, desde Omán (que ha celebrado los acuerdos) hasta algún país africano, rematando en el acuerdo más importante, el de Israel con Arabia Saudí. Con estos acuerdos, se consiguen tres objetivos clave: la activación del flujo comercial en la zona, incluyendo el reforzamie­nto militar de los países del Golfo, frente al enemigo iraní; la reducción del aislamient­o regional de Israel, clave para la normalizac­ión de la vida política israelí, y la presión política y militar que sufrirá Irán, la amenaza más seria para la estabilida­d en toda la región.

El cuarto objetivo, la revitaliza­ción de una solución pactada para la cuestión palestina, es el que está en entredicho, sobre todo entre los propios palestinos, aunque también parece probable. Al fin y al cabo, la relación de Israel con más países árabes debería obligar a los palestinos a sentarse a la mesa de negociació­n, de la que huyen permanente­mente. Pero los palestinos tienen una larga tradición de equivocar estrategia­s y bunkerizar decisiones, de manera que es posible que repitan la eterna política del frontón: parapetars­e en la pancarta y perder las oportunida­des. Lo cual sería otro error histórico, porque los acuerdos responden a un síntoma inequívoco: frente al problema iraní, la cuestión palestina ya no es prioritari­a para el mundo árabe. En ese contexto, Palestina debería abandonar la retórica violenta, olvidarse del victimismo y armarse de estadistas.

El mapa de Oriente Medio está cambiando y en ese barco viaja Israel. Si Palestina no sabe verlo, repetirá la ceguera que tantas veces la ha definido en la historia.

Frente a Irán, el tema palestino ya no es prioritari­o para el mundo árabe

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain