EL TELÉFONO MÓVIL ENTRA EN LAS AULAS
El teléfono móvil es una buena herramienta para la educación en las aulas. Así lo defienden en mschools desde hace años. El aprendizaje a distancia, el uso del móvil y la tecnología no son mayoritarios en las escuelas, de modo que es necesario dar apoyo al profesorado, a los alumnos y a las familias. Especialmente en estos momentos. “Hay mucha demanda de las soluciones que proponemos tanto a nivel metodológico como pedagógico. Desde que empezó el confinamiento, el tráfico en nuestras plataformas online que dan servicio a la comunidad educativa se ha multiplicado por seis y hasta algunas por diez”, explica Albert Forn, director de mschools, una iniciativa de meducation, impulsada por Mobile World Capital Barcelona, en colaboración con la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona y GSMA.
“En mschools trabajamos en el cambio educativo que viene dado por cómo la tecnología y la ciencia se implican de forma más evidente en nuestras vidas; y en ver cómo estas nuevas metodologías y dispositivos tecnológicos se pueden usar de manera eficaz en el aula”, añade Forn. La Covid-19 ha supuesto un reto añadido, ya que tanto docentes como familias se han visto obligados durante meses a un funcionamiento 100% online. Para Forn, “nuestra ventaja es que proponemos metodologías diferentes para la enseñanza muy basadas en formas de trabajar distribuidas que, una vez las aprendes, no es necesario estar físicamente juntos”. Mschool fomenta el trabajo por proyectos, la creatividad y el espíritu colaborativo. “Todas nuestras metodologías son fáciles de usar en entornos donde hay distancia física entre alumnos y docentes”.
Repensar el aprendizaje Desde mschools tenían claro que el móvil debía ser una herramienta fundamental en las aulas, “pero, más que eso, el catalizador de que se hicieran las cosas de manera diferente”, afirma el director. “Tenemos que poder usar el móvil y otras tecnologías para empezar a pensar de forma distinta en cómo las personas aprenden y trabajan. El móvil tiene muchas posibilidades, dispone de sensores y componentes electrónicos que permiten hacer ciencia, recoger información, conectarse. No se trata de hacer lo de antes con un móvil sino de abrir nuevas posibilidades”.
Forn defiende que debemos aprovechar el momento. En estos meses, “lo hemos hecho bien dadas las circunstancias, pero a partir de ahora tenemos que ver si somos capaces de convertir esta problemática en una oportunidad”. Para el experto, “debemos construir el cambio, formar a los docentes y estar dispuestos a que los alumnos hagan las cosas de forma diferente para mejorar. Tenemos que trabajar para lograr una mayor capacidad de resiliencia, con el objetivo de que cuando lleguen otras situaciones difíciles podamos decir que ya no estamos atados a una manera de hacer un poco arcaica. Tenemos otras formas de hacer las cosas que, además de capacidad de maniobra, nos aportan una riqueza en el aprendizaje que antes no teníamos”.
Por este motivo, “creo que el debate ha cambiado. Ya no se trata de tecnología sí o no, sino de cómo debemos utilizar esta tecnología, quién la tendrá, cómo llegará a todos. El debate también es cómo trabajamos para que la tecnología sea una buena herramienta para abrir mentes”, concluye el director de mschools.