Manchester se resiste a las órdenes de Londres
AB (el alcalde Manchester, Andy Burnham) no tiene políticamente nada ver con IDA (Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid), son como el agua y el aceite, pero coincide en resistirse como gato panza arriba a las órdenes del Gobierno central para combatir la pandemia, y en amenazar con llevar el asunto a los tribunales. La ciudad, con una notable comunidad catalana y española, registra una de las mayores incidencias de coronavirus del país debido a su elevada población estudiantil y la existencia de focos de pobreza donde la gente vive hacinada. Johnson calificó ayer la situación de “grave” y amenazó con intervenir por decreto ley si las autoridades locales, con el alcalde a la cabeza, no aceptan las restricciones de “nivel rojo” (las más severas). Burnham considera que las medidas, que incluyen el cierre de pubs y que familiares y amigos se reúnan incluso en la calle, carecen de fundamento científico, no han sido justificadas debidamente y constituyen una discriminación respecto a otras zonas del país. Para aceptarlas pone como condición ayudas económicas en las que el Estado pague el 80% de los salarios de los trabajadores de aquellas empresas que se vean afectadas. Pero el ministro de Economía, Rishi Sunak, ofrece como máximo un 66%, y de ahí no se mueve. A todo esto, el condado de Lancashire, que rodea Manchester y donde vive un millón y medio de personas, ha aceptado las restricciones.