“Decir que no se puede comer pan es de necios”
El exigente Jordi Cruz que vemos cada semana en Masterchef (TVE) no es el mismo que atiende en su restaurante Àbac ni el que se toma una caña con un amigo pero siempre es él mismo: un carismático cocinero objeto de deseo de firmas publicitarias de alto nivel.
Felicidades, nada menos que Shakira ha sido telonera suya como imagen de Oral-b. Para disfrutar de un buen plato, conviene llegar a él en las mejores condiciones: sobrio y con la boca limpia. ¿Sería este un buen eslogan?
(Risas) Perdón, en todo caso yo sería el telonero de Shakira, su súcubo, su ayudante… lo que me pida. Cuando hago imagen soy quisquilloso e intento hacer cosas con productos que para mí tengan sentido. Y este Oral-b io es una revolución. No son palabras huecas; hay un antes y un después.
De esta edición de Masterchef,
¿quién le ha sorprendido más?
Juanjo Ballesta porque es un tío gamberrete, más bueno que el pan y con quien he tenido feeling. Y también Josie pero por lo contrario. Pensaba que sería insoportable y he descubierto que es un tipo gracioso, listo, rápido, con una cultura infinita. Sí, es muy intenso pero también maravilloso.
¿Cómo es Celia Villalobos, la primera exministra concursante, en las distancias cortas?
Es una persona que en su día hizo política y le pasa un poco como a mí: todo el mundo se piensa que soy el chef duro y chungo que sale en la tele las 24 horas. Y no. Si me tomo una caña contigo nos reiremos y descubrirás a un tío mucho más relajado y divertido. Te caeré mejor o peor, pero seré otra persona. Celia hizo política, tiene carácter pero a Masterchef no ha venido la exministra sino una señora que tiene unos años, cocina en casa y es alguien normal que ha venido a pasárselo bien.
¿Le ha agradecido Tamara Falcó
su estrella ascendente en el mundo culinario?
Se ha descubierto a alguien que es una persona normal, con ganas de triunfar, buena gente, seria y trabajadora. Si está de moda y ella aprovecha la oportunidad, oye, soy buen amigo suyo y me alegro un montón.
¿Temen que ocurra que un concursante expulsado con cajas destempladas triunfe en la cocina?
Todo puede pasar en esta vida. Me encantaría que el chico del león come gamba triunfase, no pasaría nada. En Masterchef pasan muchas cosas, pero dura una semana, un mes… A partir de ahí, la vida es muy larga y lo que cada uno hace con ella es cosa de cada uno. Y si le saca partido, mejor.
Hace muy poco se vio envuelto en una controversia en torno al consumo de pan.
Y no la entiendo. ¿Sabes cuánto tiempo hace que el ser humano come pan? Es un ingrediente básico en la alimentación humana. Yo no he dicho que el pan no engorde y es que todo engorda, diez kilos de melocotones, también. Las vacas comen hierba y están gorditas, ¿verdad? Una dieta saludable es aquella que se basa en el equilibrio, la proporcionalidad, comer de todo y variado para que no nos falte de nada y hacer ejercicio. Y quien diga que no se puede comer pan es un necio.
¿Viven los chefs bajo la bota de lo políticamente correcto aplicada a la nutrición?
No me meto en la disciplina del nutricionista. He hecho el reto de Men’s Health y en contacto con ellos entendí que todo radica en la proporcionalidad; si estás haciendo una dieta porque eres deportista y necesitas un cuerpo muy ligero en grasa, lo entiendo. Sin embargo, los deportistas comen mucha pasta. Y la pasta es pan: agua, gota de aceite, harina y sal. Luego lo queman, pero es lo mismo.
Recibió ataques furibundos por decir que era un privilegio trabajar sin cobrar a las órdenes de una estrella Michelin.
Fue tan desagradable… Tengo ciento y pico empleados y todos cobran un sueldo estupendo y soy quien menos estudiantes tiene en prácticas obligatorias de entre muchísimos restaurantes. Me llevé la palma por algo que se explicó mal y me hizo polvo: mimo mucho a mis trabajadores y más a quienes vienen de prácticas, que eso son, no becarios.
¿Cómo le ha afectado la pandemia como empresario? De momento, debe volver a cerrar por las medidas anti-covid-19 decretadas por la Generalitat.
Lo llevo como puedo. Mi oficio es social y de proximidad y este virus es totalmente antisocial. Nos está costando mucho y necesitaríamos apoyo, no generar más miedo del necesario y sí información útil sin crear contradicciones que no entiende nadie. Nuestro gremio es muy importante en España, un país de turismo y de gastronomía. Cuando esto pase habrá mucha menos oferta. El Gobierno debería tener más sensibilidad con un pilar económico y cultural. Y lo digo con todo el respeto entendiendo que es muy complicado gestionar esto.
El carismático cocinero pide al Gobierno y la Generalitat más sensibilidad con un pilar económico y cultural del país como es la hostelería