Intento de tribunal administrativo
En los diez años que Fidesz, el partido ultraconservador del primer ministro Viktor Orbán, lleva en el poder (gobernó ya antes entre 1998 y el 2002), ha hecho cambios legales en el ámbito de la justicia que inquietan en Bruselas. Orbán ha ido colocando a magistrados de su cuerda en el Tribunal Constitucional y ha forzado la jubilación de unos 400 jueces. La Oficina Nacional del Poder Judicial (NOJ), encargada de administrar los tribunales y de supervisar los nombramientos judiciales, fue reformada en el 2012, y ahora la preside la esposa de un amigo de Orbán.
En ese 2012, la Comisión Europea, entonces presidida por José Manuel Durão Barroso, abrió procedimientos legales contra Hungría en tres ámbitos, y uno de ellos fue por bajar la edad de jubilación de los 70 a los 62 años, lo cual obligaba a jueces experimentados a retirarse antes. La Comisión optó por fundamentar su demanda en la discriminación por edad, y la justicia europea le dio la razón. Pero fue una victoria pírrica. Para entonces, los puestos de los jueces jubilados ya habían sido ocupados. Algunos optaron por permanecer en el retiro, mientras que otros volvieron al trabajo, pero no necesariamente a sus antiguos puestos.
En diciembre del 2018, el Gobierno de Orbán, que tiene una supermayoría de dos tercios en el Parlamento, logró aprobar una controvertida reforma judicial que, ante el alud de protestas y el eco europeo e internacional, optó en mayo del 2019 por “suspender por un periodo indefinido”.
Esa reforma cancelada preveía un nuevo sistema de tribunales administrativos, con un rol preponderante para el ministro de Justicia en el nombramiento de jueces del futuro Tribunal Superior Administrativo, aspecto que criticó la Comisión de Venecia, entidad consultiva del Consejo de Europa, órgano este no perteneciente a la UE. Los tribunales administrativos iban a tratar asuntos sensibles como concursos públicos, contenciosos electorales, y denuncias por violencia policial, e incluso casos conectados con derechos básicos como el de asilo o el de reunión.
El Ejecutivo del partido Fidesz rebajó la edad de jubilación y envió así al retiro a jueces experimentados