Duro golpe entre fogones
Como si de un déjà-vu se tratase, la hostelería vuelve a verse con el cuchillo en el cuello con la incertidumbre de que se produzca un corte limpio o una espera eterna.
El 14 de octubre del 2020, en el epicentro de la segunda ola de la Covid-19, vuelven a hervir las ollas en los fogones, y la sangre de los propietarios, para producir a toda velocidad después de recibir la noticia de las nuevas medidas impulsadas por el Govern de la Generalitat para prevenir los contagios.
El panorama en la hostelería es alarmante: neveras llenas, pedidos realizados, reservas en el aire y caos.
Obviamente, comida que se conserva o que se convierte en desperdicio, ya que el servicio a domicilio manteniendo al personal y con la poca demanda actual en cuanto a clientes se refiere es espeluznante.
Entonces, cerramos los restaurantes y los bares para acabar con el problema. ¿O estamos desencadenando otro problema mayor?
Lydia Pereira Ruiz
Castelló d’empúries