La historia desconocida de los niños de la guerra
Una serie documental de DMAX revela como CIA y KGB convirtieron España en el epicentro de la guerra fría
Más de 1.800 españoles que emigraron a la Unión Soviética durante la Guerra Civil, los conocidos como los niños de la guerra, fueron citados entre 1957 y 1960 en Madrid, tras su regreso a España, para ser interrogados por la CIA. De forma involuntaria, esas víctimas de la guerra se convirtieron en una mina de oro para sonsacarles información de como era la Unión Soviética por aquel entonces, cuando el país liderado por Nikita Jrushchov se mantenía totalmente hermético al exterior. Es el punto de partida de Project Niños, una nueva serie documental de tres episodios que el canal DMAX estrena mañana lunes a las 22.30 h.
Tras la desclasificación del archivo conocido como Project Niños, con más de 2.000 informes de la CIA con testimonios de los españoles que regresaron de la Unión Soviética, esta serie documental producida por Lavinia Audiovisual investiga esta historia desconocida que convirtió a España en epicentro de la guerra fría a finales de los cincuenta en la que se descubre una operación clandestina que convirtió a los niños de la guerra españoles en los principales protagonistas de una red de espionaje entre Estados Unidos y la Unión Soviética con Madrid como sede principal.
Durante la Guerra Civil más de 30.000 niños fueron enviados fuera de España. De ellos, unos 3.000 menores fueron trasladados a la Unión Soviética con la idea de que pronto podrían volver a casa. Pero no fue hasta casi dos décadas después cuando pudieron hacerlo. “Cuando se autoriza a los niños de la guerra a entrar en España comienza esta historia de el espionaje y contraespionaje de la CIA y la KGB”, relató durante la presentación de la serie, su director ejecutivo, Jordi Ferrerons, “Esos niños, que vivieron la Guerra Civil, la Segunda Guerra Mundial y estuvieron en el epicentro de la guerra fría, lo relatan con una honestidad tremenda”, añadió para destacar después “el trasfondo profundamente humano que hay detrás de esta historia de espías”.
Ferrerons reveló que el primer hilo del que tiraron fue en el 2016 con el coronel retirado del KGB Oleg Nechiporenko, responsable del control de extranjeros en la URSS, cuyo testimonio ofrecía un enfoque nuevo y desconocido sobre los niños de la guerra. Cuando pudieron acceder al archivo ya desclasificado conocido como Project Niños, confirmaron sus declaraciones. “Lo más maravilloso es que esta aventura, que empieza con el coronel Nechiporenko, la comenzamos sin saber cómo terminaría. Sabíamos a grandes pinceladas que había habido una gran operación de la CIA en Madrid, pero el final nos sorprende hasta a nosotros. No es la historia de una aventura, sino que es una aventura en sí”, afirmó Oriol Bosch, director y realizador del proyecto. A su regreso a España, los niños de la guerra fueron citados por la CIA. Bajo una aparente campaña de reencuentro familiar, la agencia de inteligencia estadounidense presionó al régimen de Franco para llevar a cabo exhaustivos interrogatorios a los retornados con el fin de buscar información clave sobre los sistemas de armamento soviéticos. Franco lo permitió a cambio de compartir los informes con las autoridades españolas.
“Nos llevaron a Madrid, con la familia completa, y teníamos interrogatorio por la mañana y por la tarde. Las preguntas eran ¿dónde habías
Al regresar a España dos décadas después, fueron interrogados por la CIA mientras el KGB introdujo infiltrados
estado?, ¿dónde habías trabajado? ¿qué es lo que se hacía?”, afirma Cecilio Aguirre, uno de los cerca de doce “niños de Rusia” que cuentan en la serie su experiencia, desde cómo vivieron su salida de España, los años en el exilio, y cómo a su regreso, muchos de ellos, se sintieron marginados por la sociedad española de la época y, hartos de ser interrogados, decidieron regresar al país que les acogió siendo niños.
La historia de Project Niños se completa con la otra cara: la del contraespionaje. El ya citado coronel Oleg Nechiporenko relata en la serie las operaciones secretas del KGB en las que se anticiparon a los planes de la CIA e infiltraron a agentes camuflados. “Entre los españoles también estaban nuestros agentes, los que cooperaban con el KGB”, revela.