Aragonès pasa al ataque y pide superar “la sociovergencia”
Hasta ayer, el toma y daca de precampaña entre Junts per Catalunya y Esquerra Republicana era lo más parecido a un partido de tenis en el que siempre sacaban los de Carles Puigdemont y los de Oriol Junqueras se veían obligados solo a restar. Ayer, sin embargo, el coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, se hartó de estar constantemente a la réplica al fondo de la pista y tomó la iniciativa de los reproches: reclamó el voto para su formación para las elecciones previstas para el 14 de febrero con el fin de “romper el bipartidismo sociovergente”, entre “socialistas y convergentes, de los últimos 40 años”. En su opinión, esta supuesta connivencia les ha permitido “taparse las vergüenzas” de la corrupción en las instituciones catalanas desde el restablecimiento de la democracia.
Para afirmarlo le vino muy bien el reciente rechazo de Junts a apoyar una moción presentada por ERC en la Diputación de Barcelona para condenar la “falta de transparencia” sobre una posible trama de desvío de subvenciones en el Consell Esportiu de l’hospitalet de Llobregat.
Para Aragonès, el 14-F se da la ocasión de tener por primera vez desde los años treinta del siglo pasado una presidencia “republicana, de izquierdas, e independentista”.
No obstante, Aragonès, no consiguió un ace. Elsa Artadi, vicepresidenta y portavoz de Junts, le devolvió la bola a su campo y le replicó que “hacer historia es que haya una primera presidenta de la Generalitat de Catalunya”, en referencia a Laura Borràs. Jxcat es “la única formación” que lo tiene al alcance, insistió Artadi, además de recordarle que con Borràs liderando la Generalitat está garantizado “un gobierno nítidamente independentista”.
Con eso último, Artadi recriminó a Aragonès sutilmente que recientemente apostara por un nuevo ejecutivo catalán en que, aparte de fuerzas independentistas, tuvieran también cabida los comunes. Es aquella “vía amplia” o “frente amplio” que tanto enarbola ahora Esquerra.
A Aragonès le ayudó a cargar contra Junts el exdiputado Joan Tardà. Tirando del hilo de la supuesta corrupción, asegura en su reciente libro En defensa pròpia que si Borràs hubiera estado militando en ERC habría tenido que dimitir por la investigación en el Supremo. Tardà reafirmó ayer lo dicho en Twitter.
Sea como sea, mientras Junts hace tiempo que ha entrado en campaña, ERC todavía no había salido de la precampaña. Los republicanos se habían limitado hasta ayer a quitarle la sábana al fantasma del tripartito que han convertido en leitmotiv de campaña los de Puigdemont. ERC ha destinado su munición casi en exclusiva a criticar el pacto de Junts con el PSC para que la alcaldesa de l’hospitalet de Llobregat, Núria Marín, en las filas del PSC, presidiera la Diputación de Barcelona.