Mucho más amable en Catalunya
La nevada, discreta, obligó a cortar seis carreteras y a recomendar cadenas en 80
Catalunya no ha apartado la vista, desde la madrugada de ayer, de todo lo ocurrido en el centro de España con Filomena. Se sabe que esa borrasca avanza en dirección norte y lo prudente, en estos casos, es aplicarse aquel refrán que dice: “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”. Pero al final, al menos en el primer envite, Filomena ha sido con Catalunya mucho más amable de lo que se auguraba.
Lo confirmó el propio conseller de Interior, Miquel Sàmper, en una temprana comparecencia de urgencia convocada dos horas antes de mediodía. “La afectación (la pasada madrugada y ayer por la mañana) ha sido menor de lo que se preveía, principalmente en la parte central de Catalunya”, afirmó Sàmper. Un mensaje, eso sí, con fecha de caducidad ya que las predicciones meteorológicas de anoche para las siguientes horas con esta potente e histórica borrasca aconsejan no bajar aún la guardia. Especialmente en el sur de Tarragona, donde anoche volvía a nevar con mucha intensidad. Después de haber visto en Madrid, Valencia, Toledo, Cuenca o Albacete como se las gasta Filomena cuando exhibe la peor de sus caras, mejor estar preparados.
Las precipitaciones en forma de nieve que Filomena había dejado en Catalunya hasta el cierre de esta edición no son excepcionales. Los mayores grosores (treinta centímetros) se acumularon durante el día de ayer en Terres de l’ebre, donde están acostumbrados ya a estas nevadas, aunque el acceso fue complicado en núcleos del Priorat.
En Catalunya –donde se llegó a recomendar el uso de cadenas en alrededor de ochenta carreteras (la mayoría secundarias)– “no hubo que rescatar durante el día a ningún conductor atrapado en esas vías”, ni tampoco sucesos destacables, informó Sàmper. Sí que se notificaron, no obstante, decenas de servicios de auxilio a conductores con dificultades puntales para seguir su marcha o vecinos que pidieron ayuda (cerca de 600 llamadas al 112) por caída de árboles y otras incidencias menores causadas por el viento o la nieve. Pero la cosa no fue a más, al menos hasta última hora de anoche. Además hubo muy poca circulación durante todo el día.
La primera nevada del 2021 obligó a cortar seis carreteras. El Eix Transversal, entre Sant Julià de Vilatorta y Santa Coloma de Farners; la C-44, en Vandellòs; la GIV-5201, en Viladrau: la N-420, en Caseres; la TV-3022, en el Perelló y Rasquera, y la BV-4024, en Bagà.
El gran perjudicado por esta borrasca en Catalunya volvió a ser el sector del transporte, mientras que la gran mayoría de ciudadanos disfrutaron, más que sufrir, con esta nevada. El Govern había prohibido la circulación de camiones, como medida preventiva para evitar colapsos en la carretera, y durante la jornada fueron obligados a detener su marcha dos mil de estos vehículos pesados, la mayoría estacionados en aparcamientos de la Jonquera. Los Mossos escoltaron a partir de la tarde a algunos de esos vehículos hasta la frontera con Francia.
La nieve no llegó a Barcelona ni a sus costas, pero sí tiñó de blanco el municipio de Santa Cristina d’aro. En Girona las precipitaciones más copiosas se concentraron en Olot, Ripoll o Ribes de Freser, poblaciones acostumbradas ya las nevadas, informa Silvia Oller.
En Lleida, Filomena empezó a
Dos mil camiones quedaron parados y en Lleida se prohibió el acceso a la Seu Vella por caídas de los vecinos
dar señales de vida pasadas las cuatro de la madrugada y dejó espesores de hasta diez centímetros. Un manto blanco que se fundió pasado el mediodía por la lluvia. Pero ese paisaje de postal escondía peligros, ya que fueron numerosos los resbalones y caídas, hasta el punto de que la Paeria prohibió el acceso a la Seu Vella. En Lleida se movilizaron un centenar de trabajadores municipales que limpiaron las calles y esparcieron sal, además de ampliar las acciones del Plan Iglú, que abrió un pabellón de la Fira para acoger gente sin techo, a la que se dio comida caliente. El margen del río Segre estuvo muy concurrido. Los ciudadanos llegaron allí por sus propios medios, ya que el transporte municipal quedó suspendido.
Para hoy se esperan en toda Catalunya nuevas nevadas, pero en cotas ya más altas. Lo que más va a costar es recuperar las gélidas temperaturas que trae este temporal.