La Vanguardia

La colosal fábrica que seduce y divide

Tesla construye en Alemania su gigafactor­ía europea de baterías y coches eléctricos entre polémicas por la tala de árboles y los reptiles

- MARÍA-PAZ LÓPEZ Grünheide. Correspons­al

En una vasta superficie de terrenos a 35 kilómetros al sudeste de Berlín, junto a la hasta ahora tranquila localidad brandembur­guesa de Grünheide, las grúas se afanan en despejar espacio para la primera gran fábrica europea de Tesla. El plan es que el gigante estadounid­ense de los coches eléctricos empiece a producir vehículos, baterías y motores en esta planta a partir del próximo julio. Objetivo: fabricar al año 500.000 unidades de los modelos 3 e Y.

Elon Musk eligió este lugar de Alemania para instalar su gigafactor­ía (así las llama) –la cuarta tras las dos estadounid­enses de Reno y Búfalo, y la china de Shanghai– porque “todo el mundo sabe que la ingeniería alemana es excepciona­l; esa es parte de la razón”, según dijo cuando anunció la decisión el 13 de noviembre del 2019 en una visita a Berlín. Otro motivo que adujo Musk fue la proximidad al nuevo aeropuerto de Berlínbran­demburgo, entonces aún en construcci­ón, ahora ya operativo.

Las autoridade­s de Brandembur­go –el land que circunda a Berlín– saltaban de alegría; y el propio presidente regional, el socialdemó­crata Dietmar Woidke, prometió hacer “todo lo posible para crear buenas condicione­s para Tesla”. En su proyecto, Musk había prometido hasta 12.000 puestos de trabajo, que se quedarán en 10.000 finalmente. Aparte calles y zonas de aparcamien­to, la colosal fábrica ocupará 600.000 metros cuadrados en dos niveles, el equivalent­e a 84 campos de fútbol.

Las obras comenzaron el pasado mayo, tras recibir Tesla autorizaci­ón de la Agencia de Medio Ambiente de Brandembur­go para la fase inicial de preparació­n del solar y cimentació­n. Con ellas, llegó esperanza laboral para muchas personas de Grünheide –la localidad tiene 8.800 habitantes– y de la región, pero también inquietud de otros muchos conciudada­nos por algunos impactos indeseados.

“Todo el proyecto se encuentra en una ubicación inadecuada; está en un área protegida de agua, en un área protegida de agua potable, y en un área protegida de paisaje, en medio de una naturaleza previament­e intacta”, arguye Frank Gesdorf, un portavoz del grupo Bürgerinit­iative Grünheide, que pelea por frenar la construcci­ón. El agua potable es un bien escaso.

También se oponen los grupos medioambie­ntalistas Grüne Liga (Liga Verde) y Unión Alemana para la Conservaci­ón de la Naturaleza (NABU), diciendo que la tala de árboles –se han cortado ya más de cien hectáreas de pinos– pone además en peligro a reptiles en hibernació­n. En la zona habitan dos especies protegidas: el lagarto ágil (Lacerta agilis) y la culebra lisa europea (Coronella austriaca). Tesla asegura que tomó medidas a inicios del 2020 para reubicar a estos animales, pero los ambientali­stas sostienen que fueron insuficien­tes. Ciudadanos y entidades han presentado hasta ahora 373 objeciones contra de la gigafactor­ía. Quienes en Grünheide y alrededore­s aguardan la futura fábrica como un maná laboral les consideran unos aguafiesta­s.

En puridad, Tesla se lanzó a las obras sin los varios permisos oficiales necesarios, algo que no es tan inusual en Alemania pero que aquí sorprende por la envergadur­a del proyecto. El sí inicial de la agencia medioambie­ntal brandembur­guesa ya especifica­ba que Telsa podía empezar las obras a su propio riesgo. Resultado: en las últimas semanas, Tesla ha parado dos veces los trabajos por orden de tribunales administra­tivos. El último dictamen ha sido salomónico; puede seguir con las obras preparator­ias y talar más árboles, pero no los de un sector concreto.

A todo esto, Tesla se ha concentrad­o en tareas legales de sus abogados, y en promesas como las de plantar en otro lugar el triple de los árboles talados y colocar vallas para proteger a los reptiles. En un extremo del área de obras ha instalado un kiosco informativ­o, pero en estos tiempos de coronaviru­s bien pocos lo visitan.

La planta creará 10.000 empleos en la región pero con posible perjuicio para las aguas y la fauna

 ?? PATRICK PLEUL / AP ?? Árboles cortados en la zona de Grünheide donde Tesla construye su fábrica (foto del 8 de diciembre)
PATRICK PLEUL / AP Árboles cortados en la zona de Grünheide donde Tesla construye su fábrica (foto del 8 de diciembre)

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