‘FILOMENA’ SE VA DEJANDO HUELLA EN CATALUNYA
Más de 48 horas de nieve sin tregua colapsan el Priorat y la Terra Alta
La borrasca Filomena se recordará durante años por la nevada histórica que dejó a su paso. Si el sábado fueron Madrid y el centro de la Península las afectadas, ayer la nieve cayó con fuerza en Catalunya, causando problemas en las comarcas de Tarragona y Lleida, con carreteras cortadas y gruesos enormes. En la foto, una pareja intenta desenterrar su coche en Falset.
Se cumplió el dicho. Aquel que dicen en Falset desde no se sabe cuando ni por qué: “Si nieva en Madrid... ¡nevará aquí!”. En todo el Priorat y en la Terra Alta empezó a nevar el viernes a última hora. Siguió nevando todo el sábado y ayer por la noche seguía acumulándose la nieve. Carreteras, calles y tejados quedaron cubiertos por gruesos de alrededor de medio metro. Se hizo de noche y algunas poblaciones, como Falset, estuvieron más de 15 horas sin luz o 20 horas en La Morera de Montsant. En otras, los cortes fueron intermitentes, los de luz y también los de telefonía fija y móvil. El peso de la nieve hundió el techo del Celler Vall Llach, en Porrera, y también parte del de la fábrica Fermator, en Falset. Y seguía nevando. Mientras, en toda la costa, el temporal azotó en forma de oleaje. Parte de la Barra del Trabucador del Delta volvió a desaparecer bajo el mar.
La nieve acumulada en las carreteras dificultó el tráfico durante todo el día tanto en el Priorat como en la Terra Alta. Aunque las máquinas apartaron la nieve de las principales vías, como la N-420, los accesos a los pueblos y carreteras secundarias fueron complicados o directamente imposibles. Siete carreteras, entre ellas la C-44 entre Vandellòs y Tivissa, la T-710 en Falset permanecieron cortadas todo el día. El sábado por la noche, el Hostal Sport abrió para acoger a los dos periodistas, tres agentes de los Mossos y el médico del CAP que quedaron atrapados en un temporal que la gente del lugar asegura que supera la mítica nevada de 1971. Solo esperan que no alcance la de 1956, cuando se acumuló un metro de nieve, dañando sobremanera el campo y matando olivos.
De momento, tanto los Consells Comarcals del Priorat y Terra Alta, como los de la Ribera d’ebre y la Conca de Barberà decidieron suspender el transporte escolar de hoy para evitar todos los desplazamientos posibles, aunque algunos colegios abrirán con el personal del municipio para dar cobertura a las familias que lo necesiten.
A última hora de la tarde, reunión extraordinaria en el Ayuntamiento de Falset. La principal preocupación, “que se mantenga el servicio eléctrico y de telefonía –apuntaba el alcalde, Carlos Brull– y la gran cantidad de nieve que se está acumulando en los tejados y en todas partes”. No será fácil recuperar la normalidad. Los gruesos de medio metro y las temperaturas gélidas han obligado a movilizar toda la maquinaria y recursos humanos disponibles. Un gasto extra para todos estos Ayuntamientos. “Tendremos nieve durante quince o veinte días...”, augura Brull. La situación de Falset es extensible a toda la comarca y la vecina.
Los técnicos de Endesa desplegados en el territorio y abriéndose paso detrás de las máquinas quitanieves preveían instalar ayer por la tarde grupos electrógenos en poblaciones como Bellmunt del Priorat, La Bisbal de Falset, Margalef, Masroig, Lloar, Arnes y Caseres. El temporal dejó sin luz a 2.348 abonados de toda Catalunya. Una veintena de municipios afectados, la mayoría en las comarcas del sur. La Cambra de Comerç de Reus denunció una vez más “la cronificación y mal mantenimiento” de líneas eléctricas y de telefonía, “las incidencias no se explican únicamente por la excepcio
En el interior, la nieve supera el medio metro y en la costa el oleaje rompe la Barra del Trabucador del Delta
nalidad de la climatología, hay que adoptar soluciones inmediatas para evitar que servicios tan deficientes acentúen el riesgo de despoblación de estas comarcas”.
En Porrera, los vecinos del Celler Vall Llach se despertaron el domingo de un sobresalto. “Poco después de la seis de la mañana ha cedido el tejado del edificio”, explica Salustià Álvarez, el presidente de la DOQ Priorat. Él vive justo al lado. “Ahí había tres añadas de vino, la maquinaria, los depósitos... pero hasta que no se vaya la nieve no podemos saber qué ha pasado con las botellas .... ”. El propietario de la bodega, Albert Costa, no pudo desplazarse por la nieve y, a ratos, ni es posible comunicarse por teléfono.
En la costa el oleaje se tragó literalmente numerosas playas y rompió de nuevo la Barra del Trabucador del Delta. “Las olas han sido de hasta cinco metros y el mar ha subido unos cuarenta centímetros”, informó Joan Sucarrats, gerente de la empresa Infosa Sal, que, a través de un comunicado, aseguró que no se podía acceder a las Salinas de la Trinitat. “Los daños son muy importantes y es muy triste porque llevamos mucho tiempo avisando y las administraciones no han hecho nada para evitarlo”. La empresa tenía que servir estos días 8.000 toneladas de sal, precisamente para combatir el hielo en calles y carreteras.