La sucesión de Angela Merkel
Alemania es uno de los pocos países de la Unión Europea que celebrarán elecciones generales este 2021. Unos comicios que pasarán a la historia, al margen del resultado que salga de las urnas, porque supondrán la retirada de Angela Merkel, de 66 años, de la escena política después de quince como canciller del país.
El día 26 de septiembre marcará un punto de inflexión en la historia de Alemania, pero también de Europa. Seguramente poco podía imaginar Angela Merkel que sus últimos meses al frente del país estarían centrados casi exclusivamente en combatir y paliar los efectos de la pandemia. Su gestión contra el coronavirus ha seguido las mismas pautas que el resto de su carrera política: pragmatismo, rigor, solidez y honestidad. Ello, obviamente, no le ha evitado cometer errores, pero su popularidad sigue siendo elevada. Merkel ha gobernado guiada por los equilibrios de fuerzas de cada momento, lo que le ha permitido a lo largo de tres lustros tejer coaliciones evitando la polarización y buscando una política de centro.
Hija política del canciller Helmut Kohl, Merkel ha marcado el camino de su partido, la CDU, cuyo liderazgo ya abandonó en diciembre del 2018. La formación democristiana elegirá a su nuevo líder en un congreso enteramente digital que se celebrará los próximos días 15 y 16. Tres hombres aspiran al puesto: Armin Laschet, presidente del land de Renania del Norte-westfalia, de línea centrista y cercano a Merkel; Friedrich Merz, representante del ala más derechista del partido, y Norbert Röttgen, exministro de Medio Ambiente y de perfil técnico. Ninguno de los tres está entre los políticos más valorados del país. El candidato a canciller del bloque conservador deben consensuarlo la CDU y la bávara CSU, y no hay que descartar que finalmente el cartel electoral lo encabece el presidente de Baviera, Markus Söder.
Sea quien sea el sucesor de Merkel, la derecha necesitará al menos un socio para gobernar. En estos momentos una coalición CDU-CSU-SPD está en el poder. El dúo Merkel-scholz es el que está guiando el país en estos tiempos de pandemia. El socialdemócrata Olaf Scholz, ministro de Finanzas, será precisamente el candidato del SPD. Él ha sido el que ha puesto en marcha los miles de millones en ayudas para salvar la economía y las empresas alemanas. Pero se da la paradoja de que su popularidad es muy elevada, mientras que la de su partido no remonta. Su gran baza electoral será precisamente que ya no tendrá que competir contra Angela Merkel.
Otro posible socio de gobierno de la CDU-CSU podrían ser los Verdes, que actualmente adelantan a los socialdemócratas en las encuestas en seis puntos. Y habrá que ver cómo valora el electorado la gestión de la pandemia.
La era Merkel ha atravesado en estos tres lustros de gobierno otros tantos momentos clave: su dureza durante la crisis del euro del 2010, su valiente defensa de los refugiados en el 2015, y su apuesta por la ciencia y el pragmatismo para hacer frente al coronavirus. Su liderazgo, que también presenta claroscuros, ha marcado el camino de Alemania y de Europa estos quince años. Su decisión de romper uno de los tabúes comunitarios y aceptar que sea la Unión Europea quien se endeude, y no cada país individualmente, abrió la puerta para la aprobación de las millonarias ayudas europeas que deben contribuir a superar la crisis económica por la covid.
La todavía canciller encara sus últimos meses al frente del Gobierno. Alemania –que afronta un superaño electoral con comicios en seis estados federados, además de las elecciones al Bundestag– tendrá que aprender a partir de septiembre a vivir sin Angela Merkel al frente. Y los alemanes deberán decidir qué tipo de liderazgo sea el que afronte los próximos años con desafíos tan importantes como controlar y reducir la pandemia, la gestión de la crisis económica poscovid, el cambio climático, así como el papel que Alemania quiere seguir ejerciendo en la Unión Europea y en el mundo.
La retirada política de la canciller, este año, abrirá la puerta a un nuevo liderazgo en Alemania