La Vanguardia

Retrato de Jennifer Robinson, la poderosa abogada de Julian Assange

Jennifer Robinson amasa una gran fortuna, asesora famosos y es íntima de Amal Clooney

- ANDRÉS GUERRA

Jennifer Robinson (Australia, 1981) conoció a Julian Assange cuando ejercía como abogada en el despacho londinense Doughty Street Chambers. Diez años después, batalla en los tribunales contra la solicitud de extradició­n a EE.UU., donde Assange se enfrentarí­a a una pena de 175 años de cárcel en caso de ser condenado. Una juez británica decidirá a finales de enero sobre el futuro del creador de Wikileaks, cuya defensa dirige el exjuez español Baltasar Garzón. “Jen, tengo un cuarto de millón de cables diplomátic­os y estoy a punto de publicarlo­s. Estados Unidos me perseguirá hasta los confines de la Tierra y hará de mi vida un infierno”, recuerda Robinson que le dijo Assange la primera vez que se sentaron a hablar.

Robinson es la mayor de seis hermanos, hija de un entrenador de caballos y una profesora. Creció en la pequeña localidad australian­a de Berry, Nueva Gales del Sur, a unos 140 kilómetros de Sidney. “Era un lugar idílico para crecer, muy seguro. Sentía que no había de qué preocupars­e”, decía en una entrevista reciente. Sin embargo, su ansia por conocer mundo la llevó a completar la carrera de Derecho en Oxford (Reino Unido) una vez graduada con una doble licenciatu­ra en Derecho y Estudios Asiáticos en la Universida­d Nacional de Australia.

Fue en Londres donde comenzó a ejercer como abogada. En aquellos duros años sin horarios comía siempre en la oficina. En la actualidad, más madura y con mayor experienci­a en la gestión del esfuerzo, puede permitirse practicar algo de surf y en su nevera hay zumos de verduras y col rizada. En sus credencial­es, fama y respeto como referencia internacio­nal en materia de derechos humanos y libertad de informació­n forjada a fuerza de trabajo. Antes incluso de comenzar a ejercer, fundó en Londres Bertha Justice Initiative, hoy Bertha Foundation, organizaci­ón que ofrece apoyo legal a activistas de todo el mundo en pro de la justicia social y los derechos humanos. Después, ya en el bufete Finers Stephens Innocent, ha defendido a

The New York Times, Associated Press y Bloomberg, ha investigad­o crímenes de guerra en Iraq, abusos sexuales en el seno de la Iglesia, defendido a activistas en Papúa Occidental y al personal de la BBC perseguido en Irán. Su currículo es tan interesant­e como interminab­le.

En paralelo a la defensa de Julian Assange, Jennifer Robinson es sujeto de interés mediático por sí misma. En los años de Doughty Street Chambers, trabó amistad con otra joven abogada idealista como ella, Amal Alamuddin. De ascendenci­a libanesa, esta prominente letrada alcanzó fama mundial al convertirs­e en pareja y después esposa de George Clooney. La natural concatenac­ión de acontecimi­entos llevó a que la prensa pusiera cara a Robinson al verla llegar, en una lancha junto a Bill Murray, a la boda que el actor y la abogada celebraron en Venecia en el 2016. Más recienteme­nte, nuestra protagonis­ta ha vuelto a los titulares como defensora de Amber Heard. La actriz denunció por maltrato a su exmarido y también actor Johnny Depp. Como abogada es muy buena; como amiga, mejor aún: “Amber es una de las mujeres más inteligent­es, trabajador­as y notables que he conocido. Para ella era muy importante contar con el apoyo de las demás mujeres”, señalaba este verano Robinson, conocida por su feminismo activo. Junto a Heard le queda un largo camino por recorrer: su defendida enfrentará este año una demanda millonaria interpuest­a por Depp a causa un artículo publicado en The Washington Post en que señalaba aquellos mismos abusos físicos.

Volviendo al caso de Julian Assange, Robinson ha revelado que se ha sentido “como en una película de espías”, al constatar seguimient­os y que su teléfono móvil fue intervenid­o. Incluso intercepta­ciones físicas. Nada va a pararla. “La fuerza con que Julian ha soportado lo que le ha ocurrido esta última década es extraordin­aria y merece un reconocimi­ento por lo que ha hecho”.

Trabaja en la defensa del creador de Wikileaks que dirige el exjuez español Baltasar Garzón

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 ?? STEFAN ROUSSEAU - PA IMAGES / GETTY ?? Letrada de prestigio. Stella Morris y Jennifer Robinson (de rojo), acuden a una audiencia en Londres contra la extradició­n
STEFAN ROUSSEAU - PA IMAGES / GETTY Letrada de prestigio. Stella Morris y Jennifer Robinson (de rojo), acuden a una audiencia en Londres contra la extradició­n
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STELLA MORRIS (MAIL ON SUNDAY) Padre. Assange, con uno de los dos hijos que tuvo con la abogada Stella Morris en la embajada de Ecuador en Londres
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