Las otras cinco ajusticiadas
MARY SURRATT
7/VII/1865 AHORCADA
Condenada como colaboradora en el asesinato de Abraham Lincoln, fue la primera mujer ejecutada por el gobierno federal de EE.UU. Mary Surratt, una viuda venida a menos, regentaba la posada en Washington en la que un grupo de simpatizantes de la causa confederada, entre ellos el asesino John Wilkes Booth, planearon el magnicidio. Surratt, que el mismo día del crimen transportó un paquete con armas por encargo de Booth, siempre clamó su inocencia y aún a día de hoy se debate si el alcance de su participación merecía la pena capital.
MARY O’CAMMON Y KATE MCSHANE
?/VII/1890 AHORCADAS
De ellas solo se sabe que murieron ahorcadas en San Francisco en julio de 1890. No existen documentos ni artículos de prensa que informen sobre el crimen por el que fueron condenadas, porque en aquella época había un movimiento para no dar publicidad a las ejecuciones.
ETHEL ROSENBERG
19/VI/1953 ELECTROCUTADA
Fue una de las ejecuciones más famosas no solo en Estados Unidos sino en todo el mundo en plena guerra fría. Ethel Rosenberg fue electrocutada junto a su marido, Julius Rosenberg, por haber espiado para la Unión Soviética, algo que el matrimonio siempre negó. Los delató el hermano de Ethel, que logró así una reducción de la condena tras confesar que había pasado secretos nucleares a los rusos. Eisenhower se negó a conmutarles la pena con el argumento de que los Rosenberg habían aumentado el riesgo de una guerra nuclear y puesto en peligro a decenas de millones de personas inocentes en todo el mundo.
BONNIE BROWN HEADY
18/XII/1953 GASEADA
Seis meses después de los Rosenberg, Bonnie Brown Heady, una prostituta viuda de un atracador de bancos, fue ejecutada junto a su novio, Carl Hall. Ambos secuestraron y mataron a Bobby Greenlease jr., de seis años, hijo de un magnate automovilístico de Kansas. Aunque ya habían enterrado al niño pidieron y cobraron 600.000 dólares, el mayor rescate pagado en la historia de EE.UU. y hasta 1971. Tras el crimen, Hall dejó a Heady y escapó con casi todo el dinero, pero cuando empezó a gastarlo a lo loco lo cogieron. La pareja fue condenada y ejecutada en la cámara de gas de Misuri.