Renzi adentra a Italia en el caos con la dimisión de sus dos ministras
El expremier cumple su amenaza y fuerza una crisis de Gobierno en pandemia
“Esta vez va en serio”. Nadie se lo terminaba de creer, pero al final decía la verdad. El ex primer ministro italiano Matteo Renzi, el rey de las intrigas palaciegas en Italia, anunció ayer la dimisión de las dos ministras de su partido, Italia Viva, abriendo formalmente una crisis institucional en la tercera economía de la zona euro. Italia se adentra ahora en el caos político en plena pandemia y sin que nadie sepa cómo va a terminar la batalla.
Renzi tiene solamente 46 años, pero ya es un viejo trapecista de la siempre complicada política italiana. Fue él quien forzó la creación del actual Ejecutivo de Giuseppe Conte para evitar que la ultraderecha asumiese el poder en verano del 2019. Pero desde entonces nunca ha dejado de ser el elemento discordante de la coalición, pese a ser el socio minoritario. Su partido, Italia Viva, apenas goza de un 3% de intención de voto en las encuestas y solamente tiene 18 senadores, pero son decisivos en la Cámara Alta, donde la mayoría de Gobierno tiene un estrecho margen de maniobra.
En esta ocasión el florentino acusa a Conte de acumular demasiado poder en la repartición de los 209.000 millones que recibirá Italia del fondo de recuperación, le ataca por no recurrir al MEDE sanitario y hasta le critica por tener formas poco democráticas. “Se dice que no es buen momento porque hay pandemia. Justamente porque hay pandemia se deben respetar las reglas democráticas. La democracia no es un reality show”, declaró en una rueda de prensa en la Cámara de Diputados. “La pandemia –opina– no puede ser el único motivo que mantenga en pie a este Gobierno”.
¿Y ahora? Lo que sucederá en Italia en los próximos días es muy incierto. Nadie sabe cómo terminará la crisis. El primer ministro todavía puede tratar de alcanzar un acuerdo con Renzi para convencerle con nuevas condiciones para llegar a un pacto de legislatura, a lo que el segundo no cerró la puerta en su rueda de prensa. Si no, en los últimos días Conte se ha dedicado a tratar de encontrar un número de senadores, a quien la prensa ya ha bautizado como los “responsables”, independientes o dentro del grupo mixto, que puedan estar dispuestos a garantizar la continuidad del Gobierno durante un tiempo. Están siendo organizados por una vieja cara conocida del teatro político italiano, el exministro Clemente Mastella, a quien Conte ha recurrido para tratar de salvar los números. “Los responsables –ha dicho Mastella– son como el Vietcong. Aparecen cuando menos te lo esperas”.
Pero unas declaraciones conciliadoras hacia Italia Viva de ayer de Conte parecen señalar que por el momento no existe este ejército de voluntarios. “Si los encuentran, buen trabajo”, lanzó Renzi. Si no los hallan, Conte debería presentar su dimisión en los próximos días ante el presidente de la República, Sergio Mattarella. El jefe del Estado arrancará entonces el ritual político de consultas con los partidos políticos y decidirá su próximo paso, o encargar a Conte que intente formar un gobierno con otra mayoría o buscar un nuevo candidato, entre otras opciones. Hasta es posible todavía la formación de un ejecutivo de unidad nacional que guíe a Italia en estos meses difíciles hasta unas elecciones. Suena con fuerza el nombre del expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. Unas elecciones anticipadas por ahora son el horizonte más remoto.
Los italianos no entienden los motivos de esta crisis. El 73% de ellos considera que Renzi actúa por sus propios intereses y no por el bien de la nación, según un sondeo del Corriere della Sera. El momento es muy delicado. Italia acaba de inaugurar su presidencia del G-20. Solo este miércoles hubo 507 fallecidos por la covid. Y ayer mismo se anunció la prórroga del estado de emergencia por lo menos hasta el 30 de abril. La pelota ahora está en el tejado de Giuseppe Conte. Por delante quedan unos días de infarto en Roma.
Conte busca a un grupo de senadores “responsables” para garantizar su continuidad