La nieve y el frío, actores principales
La temporada más incierta avanza con buenos gruesos y la atenta mirada a febrero
Nieve y frío a raudales. La cantidad y calidad del elemento blanco que está propiciando este invierno es inversamente proporcional al número de pistas abiertas en todas las estaciones de esquí. Los confinamientos municipales por la covid, tras las fiestas navideñas –desde el día 7 de enero–, han obligado a limitar el número de áreas esquiables.
Las precipitaciones en forma sólida llegaban este invierno justo al inicio de una temporada totalmente atípica que dejaría los deportes de invierno colgados de un hilo. Una nieve acompañada por unas temperaturas de riguroso invierno que, si bien ha sido la protagonista durante todo el mes de diciembre, desde inicios de año ha seguido sumando gruesos en todas las estaciones.
Hacía varias temporadas que la irregularidad de las nevadas eran el común denominador durante el primer tramo de la campaña. Una tónica que se rompía a inicios del pasado mes de diciembre, con nevadas sostenidas día sí y día también.
Añadir que, junto a las inmensas precipitaciones del fin de semana pasado en el centro y este de la Península por el temporal Filomena, muchas estaciones han sumado más de 50 cm de elemento blanco. El tiempo es ahora anticiclónico y la nieve de excelente calidad, aunque con frío riguroso y nieblas en los valles de montaña.
Año de nieves, año de bienes. Pese que así lo apunta el refrán, el deporte blanco ve con recelo salvar aunque sea una pequeña parte de este invierno. No en vano, el negocio de la nieve sigue operando bajo mínimos a la espera de que a partir de febrero puedan activar parte de la economía. Así lo explica Xavi Ubeira, director de las pistas de Baqueira Beret. Y es que ayer tan solo aproximadamente unos 200 esquiadores disfrutaban de la nieve polvo en la estación aranesa. Sin embargo, explica que el centro sigue removiendo y trabajando la nieve para que no se estropee de cara al próximo mes de febrero y lo que resta de temporada.
Andorra, por el contrario, empieza a posicionarse. Mientras Grandvalira no tira la toalla y mantiene la apertura general de pistas previsiblemente entre el 10 y 15 de febrero, Vallnord-pal Arinsal descarta la apertura total de la estación, por lo que mantendrá abierto el sector del Cubil para la práctica del esquí alpino, mientras las áreas del Coll de la Botella y Setúria en Pal, y Arinsal solo estarán abiertos para el esquí de montaña y para las raquetas de nieve.
EL OBJETIVO
Los centros invernales no tiran la toalla y esperan poder salvar una parte de la temporada de esquí