La escuelas de música y danza claman por la gestión de Bargalló
Las escuelas de titularidad privada de música y danza de Catalunya, únicos centros dependientes del Departament de Eduación que permanecen cerradas, han hecho llegar al conseller Josep Bargalló una durísima carta en la que le transmiten su decepción por la gestión de la pandemia, que consideran poco responsable y comprometida con este tipo de enseñanzas.
En la carta, que firman los centros de régimen especial de música y danza privados de Catalunya asociados a Emipac y AEDA, lamentan que Bargalló no haya defendido el sector de la enseñanza de música y danza ante el Procicat, “contrariamente a lo que han hecho los consellers de Empresa y Cultura”, así como que estos centros sean los únicos que permanecen cerrados. “En este país puedes ir a depilarte pero no puedes hacer una clase de piano”, constatan.
Este tipo de escuelas acogen a 22.951 alumnos y 1.436 profesores y son, según reivindican, “la cuna de la mayoría de profesionales de la música y la danza”. En nombre de todos ellos le “agradecen”, en un tono irónico que recorre toda la carta, que no les haya recibido ni una sola vez durante su mandato y que no valore la labor que llevan a cabo desde hace muchos años por todo el territorio, colaborando en todo tipo de iniciativas sociales y solidarias.
Las escuelas sostienen que han seguido el plan de apertura de centros, el protocolo sanitario y las supervisiones de la inspección educativa, pero Educació les ha tratado “como una actividad extraescolar no sujeta a ninguna regulación ni control”.
Además, reiteran que “las escuelas de música y danza somos seguras, que no hemos tenido ningún brote, que el 64 % de nuestros alumnos son menores
Estos centros educativos acogen a 22.951 alumnos y son los únicos que permanecen cerrados
de 13 años, que nuestros alumnos están menos de 3 horas semanales en la escuela y que el 90 % de los alumnos vienen del mismo municipio”, por lo que no generan movilidad adicional.
Las escuelas no entienden que el conseller haya defendido siempre que la educación sería la última en cerrar. “Pero en el caso de la música y la danza, por detrás de los centros de estética, las peluquerías, los veterinarios o la jardinería”. Por lo que, deducen, se siguen considerando asignaturas poco importantes, “las ‘marías’ de toda la vida”.