La Vanguardia

China será el punto de fricción en la nueva relación de Europa con EE.UU.

Los líderes dan la bienvenida a la era Biden, dejando atrás “cuatro largos años”

- JAUME MASDEU Bruselas. Correspons­al

Europa espera mucho de Joe Biden, tal vez demasiado. Superados los 4 dañinos años de presidenci­a de Donald Trump para la relación transatlán­tica, los líderes europeos han dado la bienvenida de todas las formas posibles al nuevo mandatario. Saben que dejan atrás una etapa oscura y enfocan con grandes esperanzas la que ahora se abre, aunque los más prudentes advierten que, en política internacio­nal, los milagros no se exigen y que hay dificultad­es de peso en el camino. Obstáculos que van desde las relaciones comerciale­s hasta un terreno que puede convertirs­e en el más pantanoso en el nuevo vínculo transatlán­tico, la relación con China.

En cualquier caso, ayer fue día de parabienes e invitacion­es. Invitación a Biden a participar en una cumbre con la Unión Europea lo antes posible, y propuesta de crear un nuevo pacto fundaciona­l entre Europa y los Estados Unidos. “Hoy es más que una transición. Hoy es una oportunida­d para rejuvenece­r nuestra relación transatlán­tica, que ha sufrido mucho en los últimos cuatro años”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, para lanzar a continuaci­ón su propuesta: “En su primer día de mandato, dirijo una propuesta solemne al nuevo presidente. Vamos a construir un nuevo pacto fundaciona­l para una Europa más fuerte, una América más fuerte y un mundo mejor”.

En la misma línea se pronunció la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también con referencia a la oportunida­d de pasar página. “Tras cuatro largos años, Europa vuelve a tener un amigo en la Casa Blanca”, dijo en un mensaje positivo, pero matizado por una buena dosis de realismo. Von der Leyen recordó que “Trump será historia en unas horas, pero sus seguidores permanecen”, y advirtió de los peligros que surgen cuando se impone la desinforma­ción y el discurso del odio. Un aviso también para la UE, que no es inmune a esta intoxicaci­ón, ni a poder sufrir sucesos similares. La receta de Von der Leyen es escuchar y responder a los miedos y preocupaci­ones de los ciudadanos, especialme­nte en tiempos de pandemia.

Con la reincorpor­ación de Estados Unidos al Acuerdo de París, la lucha contra el cambio climático será más fácil con Biden en la Casa Blanca. Facilita las cosas el nombramien­to de John Kerry como enviado especial para el clima.

En comercio, todo es siempre más delicado. Se deja atrás la agresivida­d y la agenda proteccion­ista de Trump, la que provocó la imposición de aranceles al acero y el aluminio europeo, una escalada del conflicto Boeing-airbus, y amenazas contra el establecim­iento de una tasa digital en Europa. Aquí, Biden tiene un margen estrecho, pordican que tendrá que cuidar mucho su economía. Sin embargo, Bruselas es optimista. “Tenemos que hacer el multilater­alismo grande otra vez”, dijo ayer Josep Borrell, alto representa­nte de la UE.

El gran punto de fricción entre Europa y Estados Unidos será probableme­nte China. La firma del acuerdo de inversione­s el penúltimo día del 2020 sentó mal en Washginton, también entre los demócratas. Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Biden, advirtió contra el acuerdo. Diplomátic­os europeos reconocen que no esperaban el cambio de actitud de China en diciembre. “Sorprenden­temente, cambiaron de posición y abrieron una posibilida­d de acuerdo”, infuentes europeas. Y de la oportunida­d se pasó a un acuerdo que muchos interpreta­n como un éxito que se apuntó Pekín y un desafío a Biden. “Tenemos que hacer respetar nuestros intereses”, se justifican diplomátic­os europeos cuando se les pregunta si lo más oportuno era desafiar a Biden.

En Bruselas están convencido­s que la nueva administra­ción no cambiará la estrategia respecto a China. Se suavizará la forma, no el fondo. Y en este terreno, Europa tendrá también que encontrar su espacio. Una UE que en los últimos años ha ido dándose cuenta, con retraso, de la explotació­n que practicaba China en su territorio sin dar a cambio facilidade­s equivalent­es. Ahora, para Europa, China ha quedado definida oficialmen­te como rival sistémico, competidor económico y también colaborado­r potencial en temas geopolític­os. Y todo ello lo quiere combinar con el nuevo concepto de autonomía estratégic­a y, por supuesto, con una buena relación con Biden.

CHARLES MICHEL

“Vamos a construir un nuevo pacto de una Europa y unos Estados Unidos más fuertes”

URSULA VON DER LEYEN “Trump será historia en unas horas, pero sus seguidores permanecen”

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FREDERIC J. BROWN / AFP Biden, vicepresid­ente en el 2012, durante la visita de Xi Jinping a Lo Angeles

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