Conte intentará alargar la mayoría parlamentaria para ganar estabilidad
La nueva etapa de Giuseppe Conte al frente del Gobierno italiano quedó inaugurada ayer con la visita de rigor al presidente de la República, Sergio Mattarella, a quien comunicó el resultado de los recientes pasos parlamentarios de los que ha salido victorioso, pero debilitado, tras el desafío de Matteo Renzi. Después de una reunión de casi una hora, Conte salió del Quirinal sin sobresaltos, con lo que la crisis política italiana se puede dar ya por zanjada.
Pero los problemas no terminan para Conte. El primer ministro italiano solamente logró el voto favorable de 156 senadores, cinco menos que los que necesita para tener la mayoría absoluta, en el voto de confianza del martes en el Senado. Por eso, su objetivo inmediato es, además de reforzar el Ejecutivo con nuevos ministros, alargar la mayoría parlamentaria para ganar una estabilidad indispensable, pues ahora mismo debería luchar cada votación para continuar al mando. De ahora en adelante, dijo Conte, “el objetivo será hacer aún más sólida” la coalición.
La primera medida urgente era una nueva desviación del gasto público de 32.000 millones de euros, que supondría incrementar el déficit para el 2021 hasta el 8,8%del producto interior bruto (PIB) frente al 7% que había sido calculado el año pasado. Un dinero que será usado para financiar el sistema sanitario o ayudar a las empresas golpeadas por la pandemia. Se daba por descontado el éxito, pues tanto la oposición de derechas como los miembros de Italia Viva han avisado, el partido de Renzi, estaban dispuestos a colaborar.
Pese a que el ex primer ministro ha abierto la puerta a nuevos acuerdos, Conte dejó claro rápidamente a los suyos que no quiere depender solamente de la voluntad de Renzi, considerado alguien que no es de fiar para el Ejecutivo. El Gobierno está buscando más refuerzos en las filas moderadas el Parlamento para adoptar los grandes proyectos económicos, especialmente el plan de recuperación para emplear los fondos puestos a disposición por Europa, que debe empezar a trabajarse en las Cámaras a partir de la semana que viene.
Mientras, la oposición no ha encajado bien el golpe y justo después de que Conte superase por los pelos la prueba en el Senado, los líderes de la Liga, Forza Italia y Hermanos de Italia anunciaron que pedirían una reunión con Mattarella para analizar una situación que consideran “insostenible”. “Es una minoría de Gobierno que continúa la descarada y escandalosa compraventa de parlamentarios”, criticaron en un comunicado conjunto.