El equipo de Navalni anuncia más movilizaciones para el domingo
Con Alexéi Navalni en peligro de ser enviado varios años a la cárcel, su equipo no quiere que el espíritu de protesta del pasado fin de semana se esfume. Ayer pidió a sus seguidores que se movilicen por toda Rusia el próximo domingo para pedir su libertad. El jefe del Kremlin, Vladímir Putin, negó por su parte ser el propietario de un suntuoso palacio a orillas del mar Negro, como su acusa su opositor más carismático.
Navalni fue arrestado a su regreso a Rusia, el 17 de enero, tras cinco meses de convalecencia en Alemania, donde se estuvo recuperando de un envenenamiento con un agente nervioso del tipo Novichok, creado en tiempos soviéticos para el ejército. Si antes de eso ya era un símbolo para los rusos más descontentos, su detención lo ha convertido en un motivo para plantar cara al poder. El pasado sábado decenas de miles de personas se concentraron en 125 ciudades en las mayores manifestaciones en años.
Ninguna estaba autorizada y los antidisturbios se emplearon a fondo. La oenegé OVD-INFO ha registrado más de 3.700 detenidos en todo el país. La mayoría en Moscú, donde hubo entre 20.000 y 50.000 manifestantes, según estimaciones.
El próximo pulso con el poder no se hará esperar. “El 31 de enero, a las 12 horas. Todas las ciudades de Rusia. Por la liberación de Navalni. Por la justicia”, escribió en Twitter su colaborador Leonid Vólkov.
Es el festivo más próximo al 2 de febrero. Ese día Navalni tiene que comparecer ante un tribunal de Moscú, que debe decidir si transforma los 3,5 años de libertad condicional que se le impusieron en el 2014 en una pena de cárcel efectiva, como pide el Servicio de Prisiones.
El Kremlin ha intentado minimizar el impacto de las manifestaciones. Hubo “pocas personas”, dijo su portavoz, Dimitri Peskov, quien señaló a renglón seguido: “Muchas personas votaron por Putin”.
El presidente ruso también se refirió ayer a su archienemigo y a la última acusación que hizo contra él. Putin negó ser el dueño de un lujoso palacio a orillas del mar Negro, como sostiene Navalni en un vídeo publicado tras su detención.
“Nada de lo que aparece allí como de mi propiedad me pertenece ni a mí ni a mis allegados, y nunca nos perteneció”, dijo Putin durante una videoconferencia con estudiantes. Añadió que era “una compilación y un montaje”, además de “aburrido”, y recordó también que son acusaciones antiguas “que llevan circulando diez años”. Según Navalni, el palacio, que tiene casino, un viñedo y una pista de patinaje, lo han financiado magnates próximos al jefe del Kremlin.