Retrasos en Rodalies por una protesta de maquinistas
Renfe abre expedientes disciplinarios por una huelga de celo y el sindicato mayoritario critica el mal estado de los trenes
La de ayer fue una jornada complicada en Rodalies. No por culpa de las averías en esta ocasión, sino por una protesta del colectivo de maquinistas que, según Renfe, mantiene una huelga de celo desde este fin de semana, lo que provoca cancelaciones y retrasos. La operadora responsabiliza de la situación al Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (Semaf), mayoritario en la representación de los trabajadores. Esta fuerza sindical culpa, en cambio, a la compañía, por el mal estado de los trenes y la infraestructura y la falta de recursos humanos, agravada por la pandemia, que hace que haya conductores de baja o en cuarentena.
Hasta las seis de la tarde se cancelaron 31 trenes y se produjeron retrasos de hasta de 30 minutos, que generaron esperas en las estaciones más largas de las habituales, informó Renfe. Las líneas más afectadas fueron la R1, la R3 y la R4.
Los trenes con pintadas están en el centro de este conflicto laboral. Semaf envió una circular el sábado en la que mostró su desacuerdo con las instrucciones dadas por la empresa para estas unidades. “El material rodante grafiteado, con lunas tanto frontales como laterales tapadas, numeración de los vehículos, marcas... tapados, no está dentro de las especificaciones que debe cumplir para poder circular, generando una situación de riesgo para la seguridad en la circulación”, advirtió el sindicato, que considera “inútiles” estos convoyes vandalizados.
Esta manera de proceder instigada por Semaf es, según Renfe, una “huelga encubierta”, motivo por el cual ha comenzado a abrir expedientes disciplinarios. Ayer por la tarde ya había cursado siete. La compañía considera que la protesta en realidad responde a “motivaciones económicas”. Así, recordó que el 29 de diciembre se firmó la prórroga del convenio colectivo con el apoyo de CC.OO. y UGT, la abstención de CGT y la negativa de Semaf a firmarlo, sindicato que, además, abandonó la reunión. La empresa aseguró que este último reclama el cobro del 100% de la prima variable de producción del 2020 considerando como trabajados los trenes que se tuvieron que suprimir por la pandemia; el ascenso de algunos maquinistas, que supondría un aumento salarial anual de 9.000 euros, y el incremento en cinco días de las vacaciones. Y recordó que en el 2010 y el 2011 este colectivo ya llevó a cabo este tipo de protestas aduciendo que necesitaba aparcamientos subterráneos o que los asientos eran incómodos.
CC.OO. y UGT repartieron críticas tanto a la compañía como al sindicato de maquinistas. Calificaron de desacertadas las “actuaciones de presión” de Semaf puesto que alteran gravemente la frecuencia de los trenes en la actual situación de pandemia. Ambos estiman que al menos el 70% de los trenes que hay en Catalunya circulan con grafitis, un problema que, desde su punto de vista, “se debe resolver por la vía de la negociación y el acuerdo en el marco de la negociación del convenio”.
UGT y CC.OO. también denunciaron que “la plantilla de maquinistas es “reducida e inestable” y “desde hace meses se están suprimiendo más de 60 trenes diarios por falta de personal y la dirección de Renfe no ha hecho nada para evitarlo”. Y reprocharon a Semaf que inste a sus afiliados a que se nieguen a impartir formación práctica de conducción a los alumnos de la Escuela Técnica Profesional de Conducción de Renfe.
Los conductores ven inseguros los convoyes grafiteados y la compañía dice que el conflicto es económico