¿Los Bécquer fueron los autores del álbum ‘Los Borbones en pelotas’?
Volverán las oscuras golondrinas / en tu balcón sus nidos a colgar, / y otra vez con el ala a sus cristales / jugando llamarán”. Es uno de los poema más conocidos de Gustavo Adolfo Bécquer, quien también era un buen dibujante, como su hermano Valeriano. Pero lo que ya no es tan conocido es que se les ha atribuido la autoría de las viñetas y los versos del volumen Los Borbones en pelotas, una cruel sátira contra la reina Isabel II y su corte (el confesor Antoni M. Claret, sor Patrocinio, el rey consorte, el presidente del consejo de ministros y el amante de la reina, Carlos Marfori).
En 1986, la Biblioteca Nacional de España (BNE) adquirió dos portafolios con 89 acuarelas de temática satírico-política-pornográfica, firmadas por Sem y fechadas en 1868-69, al coleccionista Ramon Soley (quien a su vez las había comprado al propietario de una tienda de muebles, Joan Audet, ambos de Barcelona). Más tarde, la BNE adquirió otras 14 acuarelas. Y la editorial El Museo Universal las publicó en 1991 atribuyendo la autoría a los hermanos Bécquer.
De inmediato se desató el debate. Era difícil que Gustavo, el más lírico de los poetas del XIX, y Valeriano, delicado pintor costumbrista, simpatizantes del partido moderado, fuesen los autores. Y en las tres ediciones posteriores (1996, 2012 y 2014) se han atribuido a Sem, pseudónimo colectivo al que estarían vinculados artistas republicanos.
En la edición del 2012 a cargo de la Institución Fernando el Católico de Zaragoza, Isabel Burdiel apunta que este tipo de literatura clandestina y así como el cruel tratamiento dado a la reina tiene concomitancias con las burlas a María Antonieta en Francia, a la familia real de Nápoles o a la zarina rusa Alejandra. Era un ataque a la monarquía y una burla a la mujer en el poder.
Recientemente el historiador Albert Domènech no solo ha rechazado la autoría de los Bécquer sino que ha lanzado otra hipótesis. A partir de una serie de cartes de visite que reproducen caricaturas vinculadas al álbum, ha determinado que las obras son de distintos artistas, entre ellos Eusebi Planas y Tomàs Padró y otros que recurrieron al fotomontaje. Su origen estaría en tertulias barcelonesas, como la Rebotiga d’en Pitarra. Y el álbum que ahora está en la BNE no sería sino una copia de estas tarjetas de visita probablemente encargada al joven aprendiz Apel·les Mestres, de tan solo 17 años, que había trabajado como ayudante de Tomàs Padró.
Un libro clandestino con una autoría que es todo un enigma.