Un ministro de Merkel crea polémica al pedir el cese del freno a la deuda
El freno a la deuda en Alemania, un mecanismo anclado en la Constitución y reverenciado por los gobernantes y por gran parte de la sociedad, fue objeto ayer de una inusual polémica política en el seno del bloque conservador, que ilustra la inquietud por la recuperación económica pospandemia. El democristiano Helge Braun, ministro de la Cancillería, publicó en el diario económico Handelsblatt una tribuna en la que proponía suspender de modo duradero –pero no definitivo– la regla del freno a la deuda pública, para no ralentizar la recuperación económica tras la pandemia.
La idea soliviantó al grupo parlamentario conservador y al partido democristiano CDU, y desató una controversia que obligó a Steffen Seibert, portavoz de la canciller Angela Merkel, a declarar a la prensa que eso es una “opinión personal” de Braun. También el partido socio histórico de la CDU, la socialcristiana CSU de Baviera, salió en tromba a defender el mecanismo constitucional de contención de la deuda.
Debido al impacto del coronavirus, “el freno al endeudamiento no será respetado en los próximos años, incluso aunque haya una estricta disciplina de gasto”, escribió el democristiano Helge Braun, político cercano a la canciller Merkel. Por tanto, sostuvo Braun, en vez de que el Gobierno tenga que solicitar cada año al Parlamento el levantamiento de ese freno –una posibilidad prevista en el texto–, lo ideal sería suspenderlo durante un tiempo, indicando la fecha de regreso a la disciplina habitual.
En efecto, la regla constitucional del freno a la deuda prohíbe al Gobierno federal pedir préstamos por encima del 0,35% del PIB, si bien por “circunstancias excepcionales” (catástrofes o emergencias) puede solicitar autorización parlamentaria para saltarse ese umbral. Así, debido a la pandemia, el Bundestag (cámara baja del Parlamento) autorizó la suspensión de la regla para los años 2020 y 2021. Eso permitió el pasado junio al Ministerio de Fi
Las partidas anticovid ya se saltaron el límite; Braun querría no tener que pedirlo cada año
El portavoz de la canciller tildó de “opinión personal” la idea del democristiano
nanzas movilizar 130.000 millones de euros para inversiones y ayudas; y el ministro, el socialdemócrata Olaf Scholz, planea incrementarlo este año hasta 180.000 millones.
Pero la idea de Braun recibió un portazo de sus propios correligionarios ayer mismo. Eckhardt Rehberg, portavoz de asuntos presupuestarios del grupo parlamentario conservador (CDU/CSU), afirmó que los diputados conservadores siguen respaldando el freno a la deuda. “La causa de la crisis de la zona euro no fue muy poca deuda, sino demasiada deuda”, dijo Rehberg.
“Después de la pandemia, debemos volver a presupuestos saludables lo antes posible”, reaccionó rápidamente en Twitter el secretario general de la CDU, Paul Ziemiak. El nuevo presidente del partido, Armin Laschet, elegido hace diez días y potencial candidato a canciller en las elecciones del 26 de septiembre, aseguró querer “mantener la regla del freno a la deuda”.
Helge Braun proponía en su tribuna “combinar una estrategia de relanzamiento de la economía en Alemania con una enmienda a la Ley Fundamental” sobre el freno a la deuda, y regresar a dicho mecanismo después de unos años gradualmente. Pese al varapalo unánime de los conservadores, las frases de Braun indican que el Gobierno ve que necesitará gastar más, y en consecuencia endeudarse, también después de la crisis de la covid.