José Luis Cuesta
Fiscal jefe de Castellón
El hasta ayer fiscal jefe de Castellón, José Luis Cuesta, ha presentado su renuncia al cargo después de que trascendiera que había recibido la vacuna pese a no formar parte de los grupos prioritarios establecidos por Sanidad. /
Con 3.021 enfermos hospitalizados por una sola patología, la covid, 705 en las ucis, el sistema sanitario catalán está en tensión y ya se deben desprogramar más de una de cada cuatro cirugías. Para que ningún hospital se colapse y se pueda mantener el máximo de actividad no covid, el sistema se ha organizado en cinco áreas, cada una dirigida por un gran hospital y en las que los centros se ayudan en la atención de los pacientes.
Aún hay 3.500 contagios al día. Van de baja, pero no se prevé que los ingresos en las ucis lo hagan en un par de semanas. Antes de la covid había 575 camas de uci, estos días están abiertas casi 1.100. En la primera ola se llegaron a llenar 1.800, pero se ocupó cualquier espacio de los hospitales, el estándar de Catalunya deberían ser unas 750, explicó ayer el director del Servei Català de la Salut (Catsalut), Adrià Comella. “El sistema tiene flexibilidad, se han hecho obras de ampliación y nos hemos reorganizado, pero la capacidad es finita”, advirtió. Si vuelven a aumentar las infecciones por la cepa británica del virus, más contagiosa, y crece la presión asistencial, no se deberá tardar en adoptar restricciones, apuntó, “o el sistema se vería en franca amenaza”. Pidió que, si bajan los contagios, no se abra rápido el cierre de actividad.
El 25-30% de operaciones que se posponen son de prótesis de rodilla y cadera, obesidad, de varices y cataratas en algunos casos y otras menos urgentes. Las urgencias se atenderán todas y tampoco se quieren aplazar intervenciones o algunas pruebas diagnósticas en dolencias de más riesgo si empeora el paciente, como el cáncer y las cardiovasculares. El Catsalut ha dividido las operaciones en cuatro grupos, según el riesgo vital y si requerirían más o menos días de ingreso y valora estos criterios para mantener o posponer las distintas cirugías.
Para mantener el máximo de actividad y evitar que algún hospital se sature, según explicaron Comella y las directoras de las áreas de organización y profesionales, Sara Manjón, y área asistencial, Xènia Acebes, desde diciembre, el sistema se ha reorganizado para trabajar más coordinado. Se ha dividido el territorio de Catalunya en cinco “clústers”, liderados cada uno por un gran hospital. A grandes trazos: desde Barcelona hasta Lleida y el Pirineu-vall Hebron; del área metropolitana sur al Ebre-bellvitge; el Barcelonès nord, Maresme y toda Girona-germans Trias i Pujol; la Barcelona Esquerra y el eje de la C-17 hasta Vic-clínic; y la Barcelona Dreta y Litoral y Anoia-sant Pau. Los directores asistenciales, médicos, de enfermería, los jefes de uci y del SEM de cada área se mantienen al día de cuántos pacientes tiene cada hospital, cuántas camas libres, cuánto personal está de baja, qué operaciones e ingresos prevé... y se ha acordado cuándo y cómo se derivan los pacientes de un centro a otro. Si un hospital no puede atender a un paciente, se ingresa en otro del área. Según los directivos del Catsalut, así se quiere garantizar un trato equitativo en toda Catalunya; que no haya un hospital que deba anular una cirugía mientras otro hace de menos vitales; se comparten el esfuerzo y las decisiones de a qué se da prioridad y se gana transparencia. Solo el fin de semana pasado se movieron entre centros 60 pacientes. La mayoría son de covid, pero también con otras patologías.
Las camas de la sanidad privada se cuentan en esta organización, aunque sus jefes no participan en la reunión diaria. El sistema se mantendrá, si los hospitales quieren, cuando acabe la epidemia, para hacer la cirugía que ahora se aplaza y poner la actividad al día.
Comella señaló que se han hecho obras de ampliación en media docena de hospitales, aparte de los cinco
En el gasto de Salut por la covid, la factura de equipos de protección sube más que las obras
que ganan edificios satélite (irán abriendo en las próximas semanas). También se amplían unos 50 CAP con módulos u otros espacios.
Durante 2020, Salut ha gastado más en comprar equipos de protección y otro material (329 millones de euros) que en obras y equipamiento (313). Otra suma similar, 288 millones, se ha dedicado a comprar pruebas de la covid.y 500 millones, a 10.000 contratos de personal (médicos y enfermeras recién titulados, estudiantes, jubilados... pero sobre todo administrativos). En total, la covid ha supuesto un gasto extra a Salut de 2.106 millones de euros. Y Comella cree que este año habrá que gastar al menos otros 1.500 millones. Aseguró que se dispone de material suficiente, incluidas las jeringuillas que no se solían usar (más largas) y ahora se necesitan para aprovechar todas las dosis de los botes de vacuna de Pfizer.