Una guía detalla los riesgos de difundir datos personales
La Autoritat Catalana de Protecció de Dades ha elaborado un decálogo en el que detalla los riesgos y las amenazas a la privacidad en diferentes ámbitos, actividades y entre los menores. La guía pretende concienciar a la población de las consecuencias de la difusión indiscriminada de datos personales. “Es otro paso adelante para dar a conocer los riesgos que comporta el no ser prudentes con nuestra información personal. No podemos dejar que un algoritmo decida por nosotros gracias a que le hemos permitido el acceso a nuestra privacidad”, explica Maria Àngels Barbarà, directora de la Apdcat.
“La mayoría de la gente no le da importancia y va facilitando datos por todas partes. Ahora (los receptores) todavía no las terminan de cruzar del todo, pero el día que lo hagan seremos tan previsibles que perderemos toda posibilidad de tomar una decisión sobre nosotros mismos que no haya sido preestablecida”, advierte Barbarà. En su opinión, los ciudadanos todavía están a tiempo de controlar su huella digital antes de que las grandes corporaciones y sus algoritmos adquieran la posibilidad de tomar decisiones en lugar de las personas. “Hay temas muy sensibles como la salud, el pensamiento político o la protección de los menores, entre otros, que hay que velar especialmente”.
Respecto a los menores, el decálogo de la Apdcat señala el ciberacoso y la ciberseducción como principales amenazas y prescribe mucho cuidado con la distribución de datos personales (el 90% de los adolescentes utiliza las redes sociales). Las aplicaciones de control parental pueden ayudar a los padres a limitar y controlar el uso de las redes. “Ahora bien, esta es una opción a menudo cuestionada que no puede sustituir al acompañamiento de la familia”. En general, se recomienda no proporcionar datos personales en las redes sociales, no facilitar acceso a desconocidos, proteger los dispositivos de acceso mediante contraseñas, activar las opciones de privacidad disponibles o desactivar la geolocalización cuando no se necesita. Además, se prescribe precaución en el uso de redes wifi públicas.
Respecto a los datos médicos, la guía propone analizar la información de protección de datos antes de empezar a utilizar aplicaciones que hacen un seguimiento del estado físico o la salud (ritmo cardiaco, calorías consumidad, dietas, etcétera).
La guía recuerda que el Reglamento Europeo de Protección de Datos prohibe las decisiones automatizadas (producto del tratamiento de diferentes datos) si tienen un impacto significativo en las personas. “Si se toman decisiones automatizadas (por ejemplo, en la concesión de un préstamo bancario), el RGPD obliga a comunicarlo e informar sobre la lógica aplicada”.
“No podemos dejar que un algoritmo decida por nosotros porque ha accedido a nuestra privacidad”