BARCELONA
Pere Condom-vilà dedica un capítulo a Barcelona como ciudad de ciencia, tecnología y start-ups y apunta algunas cosas que deben mejorarse. Reconoce que Catalunya lo ha hecho bien alimentando el sistema de investigación desde los años 80 y hasta 2010,“pero ahora estamos sufriendo y debemos defenderlo”, explica. “En los años 90 se hizo una fuerte apuesta por los parques científicos asociados a las universidades que han dado sus resultados a largo plazo”, asegura el profesor que menciona el caso del Parque Científico de Barcelona que 25 años después se ha convertido “en la mayor concentración de biociencia en el sur de Europa”, con 70 empresas, 15 grupos y grandes institutos de investigación. Y eso ha sido gracias a entidades dinamizadoras del sistema como Catalonia Bio, la asociación de empresas del ámbito de la biomedicina y la salud en Catalunya, o Biocat, que coordina y promueve el sector de las ciencias de la vida y de la salud. El auge del ecosistema se constata en el creciente interés de los inversores internacionales: en 2014, solo seis invertían en el sector bio, hoy son más de 60.
El autor también menciona otros polos locales de tecnología en Barcelona y sus alrededores, como el Barcelona Health Hub, en el Hospital de Sant Pau, La Salle Technova o el edificio Pier01, promovido por Barcelona Tech City. Y cita a Bryan Adams, fundador de Phcreative que aseguraba que Barcelona era un referente en la escena mundial de las start-ups por su “actitud emprendedora, por la apuesta digital de Barcelona y la actitud innovadora de la Administración, y por la atracción de talento internacional”.