La autoescuela en una aplicación para móviles
Las autoescuelas en España no pasan por un buen momento y ya suman años difíciles. A la crisis de modelo y la huelga de los examinadores se ha añadido una pandemia mundial que hace imposibles las clases, especialmente las de prácticas. Ahora además, un total de 180.000 exámenes teóricos y más de 260.000 prácticos no se están pudiendo llevar a cabo debido al colapso en los sistemas digitales de la Dirección General de Tráfico, según datos de Dribo, una app que digitaliza las autoescuelas convencionales y que permite a los usuarios hacer los tests y todas las gestiones para sacarse el carné de conducir. Enric Romero, CEO, Òscar Gallo, CCO, y Alberto Pastor, CTO, crearon esta solución en 2017 y al inicio del confinamiento sus usuarios aumentaron en más del 170%.
¿Qué es Dribo?
Enric Romero: Hemos transformado el modelo de autoescuela, a uno 100% digital. Es una aplicación móvil donde puedes formarte para la parte teórica con un método que nos da índices de aprobado por encima de la media. A través de la app también puedes gestionar toda la documentación y reservar clases y exámenes.
¿Es un sector muy poco digital?
E.R: La innovación en los últimos 40 años en el sector de las autoescuelas ha consistido en mejores locales con ordenadores y en los coches, no ha habido un cambio como el que supone Dribo. Sacarse el carné es una experiencia importante, vimos la oportunidad de mejorarla apostando por una solución digital y móvil.
¿A quién os dirigís?
Òscar Gallo: A los usuarios finales y a las autoescuelas. En cuanto a las últimas trabajamos con dos tipos, las de nueva constitución que quieren nacer 100% digitales, a las que ofrecemos una plataforma donde tienen todos los procesos sistematizados y optimizados de una forma muy sencilla. Y las autoescuelas pequeñas, que ahora tienen un gran problema para sobrevivir. Venimos de un sector que no ha hecho los deberes en años y el nuevo consumo les ha pasado por encima. Con Dribo eliminamos todo el estrés que no aporta valor, para que ellos puedan centrarse en la calidad formativa y al trato con el alumno. Les abrimos una ventana digital para que sean conocidos más allá de su barrio. Somos una autoescuela digital legalmente constituida y tenemos acuerdos con profesores que son propietarios o trabajan para las autoescuelas con las que colaboramos.
La solución es diferente en cada caso.
Alberto Pastor: Nuestra forma de crecer es con coches propios, autoescuelas nuevas 100% digitales y otras presenciales que quieren estar online. La tecnología es la misma, pero les damos la parte que necesitan en cada caso. También utilizamos inteligencia artificial para predecir si un alumno aprobará o no a partir de la experiencia de otros, si va por buen camino o no y le recomendamos capítulos para personalizar la experiencia.
¿En qué ciudades estáis?
E. R: Estamos en 40 ciudades en toda España, especialmente en las principales capitales de provincia. Tenemos mucha presencia en Barcelona y Madrid, en el norte de España y crecemos rápido en Levante. Desde el pasado septiembre, estamos en un programa de Lanzadera, en Valencia, y nuestra presencia allí se ha visto muy reforzada. También nos ha coincidido con la transformación digital que estamos viviendo. Podríamos decir que se han alineado los planetas. Venimos defendiendo el modelo de escuela digital desde 2017 para ofrecer al alumno una experiencia mejor, más económica, formarlo bien y acompañarlo durante su vida como conductor. A raíz de los últimos acontecimientos a nivel global, nuestra hipótesis de trabajo se ha consolidado y acelerado. Los alumnos no contemplan ir a un local con limitación de aforos, cuando pueden tener toda la experiencia en el móvil.
¿Cuál ha sido la respuesta de los usuarios?
Ò. G: La covid-19 ha acelerado mucho la digitalización. En noviembre tuvimos un crecimiento de más del 100% interanual. Durante el confinamiento de marzo tuvimos un pico histórico. También hicimos una acción para que la gente pudiera formarse en la teórica a coste cero. Hemos cogido cada vez más fuerza y las autoescuelas empiezan a convencerse de que deben adoptar el modelo digital.
“Eliminamos todo el estrés que no aporta valor, para que las autoescuelas puedan centrarse en la calidad formativa y al trato con el alumno”