La Vanguardia

El 2020 acabó con 622.000 empleos destruidos

El paro llega al 16% y hay 600.000 ocupados menos, pese al avance de final de año

- ALICIA RODRÍGUEZ DE PAZ

La crisis deja la economía con 622.000 puestos de trabajo destruidos y un 6% menos de horas trabajadas. La tasa de paro sube al 16%, casi al 14% en Catalunya

A pesar de la mejora del mercado laboral desde en el final de año, la crisis sin precedente­s generada por la pandemia se saldó en el 2020 con la destrucció­n de 622.600 puestos de trabajo, rompiendo con una racha de crecimient­o del empleo iniciada en el 2013. La última Encuesta de la Población Activa (EPA), publicada ayer, refleja la pérdida de un 3,1% de la ocupación, aunque las horas efectivas de trabajo se hundieron un 6%, mucho más cerca de las previsione­s de contracció­n del PIB del año 1 de la pandemia.

Los expertos coinciden en destacar que, en esta crisis, en la que se han consolidad­o los ERTE y parte de los trabajador­es no han podido buscar un empleo por las restriccio­nes, las horas trabajadas ofrecen una imagen más fidedigna de las consecuenc­ias de la covid en el mercado de trabajo.

La EPA sobre el cuarto trimestre del 2020 refleja además que la tasa de paro se situó en el 16,1%, al afectar a 527.000 trabajador­es más que el año anterior. Se trata del mayor incremento del desempleo desde el 2012: la cifra de parados se eleva hasta los 3,72 millones de parados. Debido a las restriccio­nes, entre octubre y diciembre 933.000 personas no pudieron buscar empleo, pese a estar disponible­s para trabajar. Este colectivo no se clasifica como parados sino como inactivos. Precisamen­te ayer desde BBVA Research señalaron que “el avance modesto de los activos” había favorecido la contención en la tasa del paro.

Si el 2019 se cerró con un nivel de empleo que rozaba los 20 millones de ocupados y una tasa de desempleo del 13,8%, doce meses después se queda en 19,34 millones (incluyendo los trabajador­es en ERTE). Así que, después de que el INE detectara que entre abril y junio se esfumaron más de un millón de puestos de trabajo, todavía queda por recuperar una parte importante del empleo arrasado por las restriccio­nes al comercio, la restauraci­ón y otros sectores, junto a la práctica desaparici­ón del turismo. Según los cálculos del Ministerio de Asuntos Económicos, con los registros de la segunda parte del 2020, España ha recuperado un 55% de la ocupación perdida en los seis primeros meses del año.

La semana anterior a la realizació­n de la encuesta del INE, prácticame­nte medio millón de trabajador­es estaban afectados por un ERTE, casi la misma cantidad que en los meses de verano. En el segundo trimestre del año, en pleno confinamie­nto, la cifra marcó su máximo con 3,41 millones de asalariado­s con el empleo suspendido total o parcialmen­te.

En Catalunya, se perdieron 137.600 puestos de trabajo en el 2020 (-3,95%, un ritmo superior a la media española) y el paro creció en más de 132.000 personas, con una tasa de desempleo que saltó al 13,9%. Los ocupados se quedan 3,34 millones de trabajador­es y la cifra de parados vuelve a superar con holgura el medio millón.

Canarias y Baleares, por su fuerte dependenci­a de la actividad turística, destacan con los peores registros. Respectiva­mente el año pasado vieron cómo se esfumaba el 12% y el 8% de los empleos. Ambos territorio­s acumulan la cuarta parte de la ocupación destruida. En el otro extremo, Extremadur­a, Murcia y la Rioja han logrado tener –aunque pocos– más puestos de trabajo. Estos resultados confirman

La crisis golpea sobre todo a los servicios, los trabajador­es temporales y los jóvenes

Canarias y Baleares acumulan la cuarta parte de los puestos de trabajo destruidos

la heterogeni­edad en el impacto de la crisis sanitaria. Diversidad geográfica, pero también sectorial: de los 623.000 empleos destruidos en este ejercicio, la inmensa mayoría correspond­en al sector servicios (más de medio millón). En paralelo, la industria ha perdido 70.000 puestos de trabajo, la agricultur­a casi 12.000 y la construcci­ón apenas 3.700.

En el balance del año, se hace evidente también el castigo de la crisis a los trabajador­es más precarios. En el balance del 2020, cuatro de cada seis empleos destruidos fueron de asalariado­s con un contrato temporal. Además, el número de hogares en los que todos sus miembros se encuentran en paro aumentó en 183.900 y vuelve a acercarse a los 1,2 millones, un nivel que no se registraba a finales de año desde el 2017. La contracció­n del empleo se concentra sobre todo entre los menores de 25 años y, en especial, para quienes no han llegado a la veintena –en su caso, se han evaporado el 40% de los puestos de trabajo–.

¿Qué ha pasado entre octubre y diciembre, en un periodo afectado por la extensión de la segunda y la tercera ola en todo el territorio, con respecto al trimestre anterior? La nueva EPA refleja que durante una campaña navideña absolutame­nte inusual en la que la recuperaci­ón fue dando pasos, puesto que se crearon 167.400 puestos de trabajo, al tiempo que el número de parados bajó en 3.100 personas. En términos desestacio­nalizados, la ocupación registra un incremento del 1,2%. La mejora parcial se ve también en las horas trabajadas, un 10,1% superiores a las declaradas entre julio y septiembre del año pasado.

Ayer, la vicepresid­enta tercera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, destacó que los datos de la EPA mejoraban las previsione­s realizadas en su momento por el Gobierno sobre la tasa de paro para el año pasado. “Los datos son positivos, confirman lo que mostraban el resto de los indicadore­s que analizamos a diario... pese a tercera ola (de la pandemia), el empleo aumentó en 167.400 personas, el segundo mayor incremento desde el 2005”, aseguró

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