El reino de los indecisos
Esta noche pasada comenzó la campaña para las elecciones más extraña nunca vivida en Catalunya ya que, para empezar, ni existe la seguridad de que se acaben celebrando en la fecha prevista del 14-F. A la espera de la decisión definitiva del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), las sensaciones (no hay ningún otro argumento más sólido donde agarrarse) es que se celebrarán si el número de contagiados se estabiliza o va a la baja. Los datos epidemiológicos ayer fueron buenos y los expertos auguran una mejoría en los próximos días. Vamos a ver.
La Vanguardia junta esta mañana en el primer debate electoral a los presidenciables de los partidos con representación parlamentaria en la anterior legislatura y también aquellos que pueden obtener escaño según las encuestas publicadas. Son cuatro mujeres y cinco hombres que por primera vez se verán las caras en un debate de estas características. Todos son debutantes como cabeza de cartel en unas elecciones a la Generalitat, algo inaudito que sólo sucedió evidentemente en las primeras, en 1980.
La situación excepcional que vive el país por la pandemia va a tenerunagraninfluenciaenlaparticipación,loquehaceaúnmásdifícil predecir cualquier resultado. En los últimos años, la demoscopia lo ha tenido muy complicado porque la volátil actuación de los partidos (uniéndose, separándose, cambiándose las siglas, …) ha hecho crecer el número de indecisos. Es muy posible que cada votante independentista o constitucionalista se mantenga fiel en su respectivo bloque ideológico, pero lo que no está nada claro es a qué partido de cada grupo acabará dando su apoyo. Predecir el resultado va a ser más difícil que nunca. Y el 14-F puede haber muchas sorpresas.
Pero vamos acostumbrándonos ya a todo. Incluso que Vox se abstenga y salve al Gobierno en una votación crucial para agilizar la gestión de los fondos europeos Next Generation, como sucedió ayer en el Congreso. De sorpresa en sorpresa hasta el resultado final. La libertad de los presos independentistas justamente hoy para participar en campaña es otro elemento distorsionador que puede tener efectos en el voto. Todo demasiado abierto para tanto indeciso.