El PP busca dar en Catalunya un primer paso hacia el Gobierno
El PP cree que el camino de retorno al gobierno de España empieza en Catalunya, y por eso el líder conservador, Pablo Casado, ha intensificado desde hace varias semanas sus visitas, con las que, más allá de arropar al candidato popular a la presidencia de la Generalitat, Alejandro Fernández, busca afianzarse como única alternativa al Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos.
Tras superar con un notable, según los mejores profesores de oratoria parlamentaria, el examen planteado por la ultraderecha de Vox en la moción de censura de Santiago Abascal, la siguiente prueba para el presidente del
PP son las elecciones catalanas, en las que no ha querido repetir la infructífera experiencia del País Vasco y, alentado por la confianza y la seguridad en sí mismo de Alejandro Fernández, ha descartado ir en coalición con Cs.
“Una Catalunya mejor” es el lema del cartel popular, en el que solo figura el nombre de pila del candidato, Alejandro, ya sea por lo común de su apellido o para subrayar su proverbial cercanía.
Como Casado, Fernández lleva meses instalado en una campaña que oficialmente empezó la pasada medianoche y cuyo eje principal es la política económica, con una rebaja fiscal, a imagen y semejanza de la Comunidad de Madrid, como iniciativa estrella.
En sintonía con las medidas que defiende la patronal, no en vano la lista del PP por Barcelona la cierra el expresidente de Foment del Treball Joaquim Gay de Montellà, Alejandro Fernández insiste en todas sus intervenciones en que si Catalunya quiere volver a la senda del liderazgo económico que, a su juicio, se ha malogrado en la última década a causa del proceso independentista, debe recuperar el ideal de la “feina ben feta” del catalanismo moderado.
El objetivo del PP es doblar sus cuatro escaños y no quedar relegado por la irrupción de Vox, y si además se da el anhelado sorpasso y supera a Cs, con quien rivaliza en presentarse como garantía para que el PSC no tenga tentaciones de pactar un nuevo tripartito con ERC, miel sobre hojuelas para Casado, y para Fernández.
Para recuperar el liderazgo, Alejandro Fernández receta volver a la “feina ben feta” del catalanismo