Isabel solo hay una
A los cincuenta años de su boda con Julio Iglesias y a punto de cumplir 70, a la Preysler nadie le ha quitado su trono
Antiguamente ser famoso equivalía a tener detrás un oficio o una personalidad singular. Lo eran los artistas, la realeza, algunos aristócratas, modelos y poco más. En el mundo anglosajón distinguen entre celebrities, personas conocidas por sus trabajos o acciones, y socialites, por lo general miembros de la alta sociedad que destacan por su mundanidad y presencia social.
Ahora y aquí nos hemos hecho un lío de mil demonios y el mundo del famoseo es tan amplio que caben desde una princesa de título dudoso hasta la novia del hijo de un polémico tertuliano televisivo. Si a eso le sumamos la perversión que supone las exclusivas pagadas por las revistas y algunos programas de televisión a personajes con menos fundamento que un plato de patatas hervidas, ya tenemos dibujado un escenario en el que actúan cientos de personas que son famosas porque son famosas. No es la pescadilla que se muerde la cola, es la culebrilla que consigue meter la cabeza en todos los agujeros, incluidos los negros.
En España, la primera famosa sin más fue Isabel Preysler. Salió a la luz tras su matrimonio con Julio Iglesias y con los años se construyó una personalidad propia e incluso ha dado paso a toda una estirpe que ahora tiene a su hija Tamara Falcó hecha una marquesa, de Griñón para ser exactos, título que ha heredado de su difunto padre, mientras que su madre parece haberle legado en vida su puesto entre las socialités.
Isabel y Julio hubieran cumplido ayer, 29 de enero, sus bodas de oro si, en medio, ambos dos no se hubieran casado con otros. Ella, tras el cantante, lo hizo con Carlos Falcó y después con Miguel Boyer, del primero se divorció y del segundo enviudó. Ahora, como se sabe, mantiene un romance otoñal, que al parecer les mantiene en una eterna primavera, con el escritor premio Nobel y Cervantes y marqués Mario Vargas Llosa.
Julio Iglesias, tras varios romances de mayor o menor enjundia, se casó en el 2010 con Miranda Rijnsburguer, con quien llevaba veinte años de convivencia, o algo parecido, y con quien ha tenido cinco hijos, Miguel, Rodrigo, Victoria, Cristina y Guillermo, que se sumaron a los tres que comparte con Isabel: Chábeli, Julio José y Enrique.
Durante décadas, muchas mujeres han querido emular a Isabel Preysler, que está a punto de cumplir 70 años, sin que ninguna haya logrado arrebatarle la corona. Mar Flores lo intentó, pero se ha quedado en amante pasajera de un mexicano rico, Elías Sacal, que la trata como una reina pero solo a ratos. También fue aspirante Paloma Cuevas, pero no le puso interés y ahora tiene que lidiar con el divorcio de un marido, Enrique Ponce, que la dejó por la veinteañera Ana Soria, con quien anda haciendo el memo por Almería.
Hasta Chábeli Iglesias Preysler se rindió y nos tenemos que conformar con otra Chabelita ,la hija de la Pantoja, metida ahora en el berenjenal que ha montado su hermano Kiko Rivera. De ahí para abajo, la cosa empeora y si seguimos nos podemos dar de bruces con ordinarias sin licencia tipo Leticia Sabater, que tiene nombre de reina, pero no lo es.