La Vanguardia

Los Mossos refuerzan la lucha contra los delitos sexuales

La nueva unidad prioriza el bienestar de la víctima incluso por encima de la investigac­ión

- MAYKA NAVARRO

Las cuatro mujeres se abrazaron emocionada­s en la pequeña sala de los juzgados de Barcelona. No se conocían, pero cada una sabía de la existencia de las otras. Aún con lágrimas se intercambi­aron los números de teléfono y prometiero­n llamarse, ayudarse y cuidarse. El padre de la más joven se acercó a los dos mossos d’esquadra que presenciab­an conmovidos el instante y les dio efusivamen­te las gracias.

En aquella sala faltaba una de las cinco mujeres agredidas por un presunto depredador sexual que la semana pasada fue detenido por los Mossos d’esquadra y que el juez envió a prisión. Las jóvenes acudieron al juzgado a declarar acompañada­s en todo momento por una pareja de policías integrante­s de la UCAS, la nueva unidad central de agresiones secreación xuales que empezó a funcionar el 15 de septiembre y que la semana pasada arrestó al sospechoso, un colombiano de 32 años acusado de haber cometido esos cinco ataques sexuales en la ciudad de Barcelona.

Algo más que apretados en el despacho que antiguamen­te ocupó la unidad central de atracos, en la segunda planta de la comisaría de Les Corts, 36 policías trabajan repartidos en tres turnos en la última apuesta de los Mossos d’esquadra, un nuevo sistema de trabajo en la lucha contra las agresiones sexuales de autor desconocid­o, las violacione­s en serie y las que se realizan en grupo. Los mossos de la UCAS están dirigidos por la sargento Kira Estrada, con la inspectora Esther Salcedo tutelando desde el área central de investigac­ión de personas y la comisaria Marta Fernández impulsando el proyecto desde la comisaría general de investigac­ión criminal.

Varios elementos importante­s confluyen en la iniciativa. Los Mossos priorizan, por fin, la lucha contra una lacra a la que dedicaron una jornada técnica en marzo. En ese encuentro ya se anunció la de la unidad y el compromiso de dotarla de un número suficiente de investigad­ores para trabajar exclusivam­ente en una tipología de depredador­es sexuales que son desconocid­os por sus víctimas, aquellos que derivan en violadores en serie o en las violacione­s protagoniz­adas por varios agresores y que popularmen­te han pasado a denominars­e manadas. En la nueva metodologí­a las víctimas pasan a ser el eje sobre el que se vertebra todo el trabajo policial. Lo explica la inspectora Salcedo: “La atención hacia ellas es crucial. Priorizamo­s su estado emocional incluso por encima del ritmo de la investigac­ión”. Esos primeros minutos en los que el policía requiere con urgencia de datos para empezar a buscar al agresor se utilizan ahora para ofrecer a la mujer todo lo que necesita en esos momentos tan dramáticos. “Nos tienen que ver como parte de la red asistencia­l, estamos allí ante todo para ayudarla”, apunta.

“No les vamos a pedir declarar hasta que se sientan con fuerzas. Es lo primero que les transmitim­os. Queremos que estén tranquilas. Que sepan que lo más importante es saber qué necesitan para facilitarl­es el acceso inmediato a los servicios sociales, psicológic­os o médicos. Ya habrá tiempo de contarnos lo que pasó, nosotros con la escena ya tenemos elementos para empezar a trabajar”, detalla la sargento Estrada, que sabe que cuanto mejor y más fuerte se encuentre la víctima, mejor y más valiosa informació­n aportará. “No somos psicólogos, pero necesitamo­s saber cómo está

EL REPARTIDOR El equipo detuvo la semana pasada al presunto agresor de 5 mujeres en Barcelona

ESTAR PARA AYUDAR “La víctima nos tiene que ver como parte de la red asistencia­l”, asegura la inspectora

esa mujer para determinar de qué manera la ayudamos y trabajamos con ella”.

Estrada se encargó de selecciona­r a los integrante­s del grupo a partir de 400 currículos que llegaron de mossos que en su mayoría habían pasado o estaban en el ámbito de la investigac­ión. “Este grupo no interroga, charla con las víctimas en un ambiente de confianza y en el lugar que ellas eligen porque se sienten seguras”, explica.

Otro elemento importante es que desde el instante en el que la unidad asume un caso se destinn a dos policías que serán los interlocut­ores de la víctima en la investigac­ión y la acompañará­n durante la instrucció­n judicial y en el modepredad­ores mento del juicio si lo piden. “Tienen los teléfonos de los mossos y pueden llamarles a cualquier hora”, añade la sargento. Se trata, en palabras de la inspectora, de minimizar al máximo la victimizac­ión que sufren estas mujeres que, tras un suceso tan traumático, sienten que están solas, desconfían en la mayoría de los casos y están asustadas por enfrentars­e a un proceso policial y judicial en el que saben que tendrán que contar mil veces una historia que necesitan olvidar. Se trata, explican las dos mandos, de hacerles más fácil el proceso y acompañarl­as. “Ni una sola víctima puede volver a sentirse sola”, insisten.

Todos los integrante­s de la unidad han recibido un curso específico de una semana sobre investigac­ión criminal vinculada a los sexuales y criterios específico­s de atención a este tipo de víctimas. Además de los investigad­ores, la UCAS está integrada por mossas del grupo de atención a la víctima que trabajan codo con codo con el resto de la unidad, en la que tienen un papel destacado los perfilador­es criminales capaces de prever la evolución de un depredador en serie.

La unidad se estrenó ya en tiempos de pandemia, por lo que la realidad a la que se enfrenta no es la habitual. En Catalunya se denuncian ahora una media de entre cinco y siete delitos sexuales de autor desconocid­o al día. Una cifra condiciona­da por el toque de queda a las diez de la noche, el cierre de bares y restaurant­es y la falta de actividad social, que ha rebajado un 20% este tipo de denuncias.

La unidad dispone también de analistas que cada mañana repasan todas las denuncias y los hechos sucedidos diariament­e en Catalunya y que separan para estudiar las agresiones sexuales de autor desconocid­o. Analizan uno por uno los casos alimentand­o una base de datos propia. Ese grupo redacta un informe diario y otro trimestral, más detallado, en el que se analizan las cifras, las tendencias, la repetición de un modus operandi que puede hacer sospechar de un mismo autor, como ocurrió con el último detenido en Barcelona, así como la irrupción de nuevas formas de conducta. “Esa informació­n es valiosa para trabajar en prevención. Nos estamos fijando no solo en el lugar donde se produce el ataque, sino dónde ha sido captada la víctima. Unos espacios en los que los equipos de prevención pueden trabajar mejorando la iluminació­n o incorporan­do esos lugares a los itinerario­s fijos de las patrullas de seguridad ciudadana”, indica Salcedo.

Una de las policías abandona el despacho susurrando a su móvil. Tiene al teléfono a una víctima.

INFUNDIR CONFIANZA Los interrogat­orios pasan a ser charlas cuando y donde la víctima decida

AUTORES NO CONOCIDOS Las restriccio­nes horarias y sociales han reducido los delitos sexuales fuera de casa

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 ?? ANA JIMÉNEZ ?? De paisano. Una mossa trabaja en el despacho de la UCAS frente a un panel con anotacione­s de las últimas investigac­iones
ANA JIMÉNEZ De paisano. Una mossa trabaja en el despacho de la UCAS frente a un panel con anotacione­s de las últimas investigac­iones
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ANA JIMÉNEZ La sargento Kira Estrada despacha con el cabo que hace funciones de subjefe de la nueva unidad
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ANA JIMÉNEZ Empiezan a acumularse los legajos con los atestados de cada caso

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