El PDECAT defiende “respuestas reales” ante un Junts “escorado a la izquierda”
“De Jxcat no nos separa la aspiración por la independencia, sino la estrategia y el modelo de país”. Esta reflexión se está convirtiendo en uno de los mantras más repetidos de la campaña del PDECAT, que en su primera cita electoral en solitario trata de poner el acento en la línea ideológica del partido. Y para hacerlo, sacan pecho de la herencia de los gobiernos convergentes.
Uno de sus referentes es Joana Ortega, vicepresidenta en el Govern de Artur Mas y que forma tándem con Àngels Chacón en la candidatura. “Hay que volver a la política de verdad, con respuestas reales a los problemas de la gente”, reivindicó ayer Ortega desde Manresa, asegurando que hoy por hoy “la pandemia y el trabajo son las dos principales preocupaciones de la ciudadanía”. “Ahora hay que resolver esta crisis, y nosotros sabemos cómo hacerlo”, siguió la número dos del PDECAT.
La receta posconvergente pasa por lograr la suficiente representación en el Parlament para ser la “llave de la gobernabilidad” y decantar las políticas gubernamentales hacia sus postulados. Entre ellos, la rebaja impositiva. En este sentido, Ortega prometió ayer que si del PDECAT depende, eliminarán tanto el impuesto de sucesiones como el de patrimonio. Y no se quedó aquí, la exvicepresidenta añadió que con el PDECAT influyendo en el Govern se promoverán mayores penas de cárcel para las okupaciones de primeras residencias y “los Mossos tendrán el apoyo jurídico del Govern para desarrollar su trabajo”.
Un manual político que contraponen al del “Govern de Pere Aragonès y Laura Borràs”, como siempre verbalizan, marcando a los dos candidatos. “Jxcat y ERC compiten por ver quién se escora más a la izquierda”, afeó Ortega.
La número dos de la lista del PDECAT fue muy crítica con los dos socios de la Generalitat, pese a subrayar que en los últimos años su partido es el que “más ha trabajado por la unidad independentista” –recordó el paso atrás de Mas y la renuncia a sus siglas en varias elecciones–. Sin embargo, los posconvergentes sostienen que la grave crisis sanitaria y económica por la covid obliga a “fijar posiciones concretas” en la línea socioeconómica porque “la independencia no llegará el día después del 14-F”. “La buena gestión del mientras tanto”, resumió Ortega. O lo que es lo mismo, defienden “rigor en lugar de promesas banales, votar con la cabeza en lugar de con el corazón o el estómago porque los retos actuales no se pueden afrontar desde el populismo, sino desde una política centrada”, cerró su número tres, Marc Castells.