Calidad, confianza y 140 años
Hoy se cumplen 140 años de la publicación, el 1 de febrero de 1881, del primer ejemplar de La Vanguardia, diario fundado por los empresarios textiles Carlos y Bartolomé Godó. A lo largo de este periodo, que arrancó en el siglo XIX, recorre todo el XX y prosigue en el XXI, La Vanguardia ha publicado más de 50.000 ejemplares. El de hoy, concretamente, lleva el número 50.072. Dicho en otras palabras, nuestro diario ha informado sobre la Exposición Universal de 1888 y la Internacional de 1929. Sobre la Primera Guerra Mundial, la guerra civil española y la Segunda Guerra Mundial. Sobre la recuperación de la democracia en España, los Juegos Olímpicos en la Barcelona de 1992 y, ahora mismo, sobre la lucha contra una pandemia que trastoca nuestras vidas. Ha sido el infatigable testigo y relator de la historia colectiva, ha ejercido como conexión entre Barcelona y el mundo y, así, ha trenzado una relación a prueba de años y avatares con la sociedad a la que sirve. En decenas de miles de hogares barceloneses y catalanes, La Vanguardia es una presencia constante desde hace generaciones. No hay recompensa mayor para quienes contribuimos a su diaria publicación.
Esta relación entre La Vanguardia y sus lectores se ha materializado, desde el primer ejemplar, en una publicación de papel. El formato ha ido cambiando, incorporando los últimos avances de las artes gráficas, para poder ofrecer a los lectores la mejor publicación posible. Y en ese compromiso seguimos. Pero la evolución técnica, también la de los usos sociales, es imparable. En los últimos decenios, que han sido los de la explosión de las comunicaciones y, en particular, del omnicomprensivo desarrollo de internet, los diarios han multiplicado el número de plataformas sobre las que distribuyen sus contenidos. Según iban atendiendo a esta demanda de versatilidad, y a medida que se consolidaban nuevas modalidades de lectura y la audiencia de la web se disparaba, la curva del papel ha empezado a dibujar una línea descendente. Es el ineludible signo de los tiempos.
La Vanguardia ha tratado de estar atenta a estas transformaciones para adaptarse a ellas y seguir cumpliendo con su vocación. Su versión digital vio la luz hace ya más de un cuarto de siglo, el 14 de junio de 1995, creciendo y fortaleciéndose desde entonces de modo continuado. Durante casi todo el ejercicio del 2020, La Vanguardia fue el diario digital líder en España. Y, a finales del año, su web acometió un rediseño integral, coincidiendo con la apuesta por la suscripción digital, una decisión lógica ante el crecimiento del número de lectores que usan la tableta o el móvil para seguir la información; y fruto también del deseo de nuestro diario de atender las necesidades de todos ellos, combinando las tradicionales informaciones y opiniones con un abanico de vídeos, gráficos interactivos, enlaces y, en definitiva, todo tipo de recursos digitales útiles y novedosos.
Solemos decir que nada permanece, salvo el cambio. Y es verdad que, también en este diario, muchas cosas han cambiado. Pero no todas. La Vanguardia sigue siendo propiedad de la familia que la fundó, ahora encabezada por Javier Godó, conde de Godó. Tampoco ha variado su capacidad para elaborar, con independencia y rigor profesional, contenidos periodísticos de calidad, y para desplegar un abanico plural de firmas. Ni ha cambiado el deseo de afianzar la marca ofreciendo informaciones y análisis para que los lectores conformen, sin dirigismo, su criterio.
Han sido 140 años apasionantes. Y queremos que sean muchos más, ahora enfrentados a grandes retos –sanitarios, económicos, climáticos–, sobre los que seguiremos informando para renovar la complicidad y la confianza de los lectores.
Tres siglos y más de 50.000 números atestiguan el compromiso periodístico de ‘La Vanguardia’