Un rosario de irregularidades
La Guardia Civil emprendió hace unas semanas una investigación que se saldó con una veintena de detenidos e investigados por un presunto caso de mala gestión de los residuos hospitalarios. El Seprona ha evitado revelar el nombre de la compañía involucrada y se refiere a ella como “una empresa perteneciente a un holding internacional americano que opera en España”. La operación se centró en las sedes en Catalunya, Comunidad Valenciana, Baleares y Madrid. Los veinte implicados pasaron a disposición judicial. Ana Prieto, portavoz del Seprona, señala que en este caso “se estaban omitiendo numerosas medidas de seguridad en el transporte, incluido el uso de camiones normales de residuos sólidos urbanos”. “La empresa utilizaba para el almacenamiento y transporte envases de cartón, con lo que se ahorraba un 300% de costes en envases, pero no se garantizaba el cerramiento del residuo”, explica. “Con el almacenamiento de este tipo de cajas se estaban vertiendo líquidos y otros restos al exterior”, expone Prieto a este diario. Las vigilancias llevadas a cabo por el Seprona han revelado incluso que los residuos infecciosos eran almacenados en la calle y sin los envases adecuados. “Se estaban transportando por todo el territorio residuos en camiones y contenedores que no eran los adecuados, con lo cual se generaba un riesgo de dispersión a lo largo de todo el recorrido de la cooperación”, indica. Al recogerse las bolsas infecciosas en cajas de cartón no estancas se contravenían “las normas de seguridad mínimas aceptadas y marcadas por la legislación vigente”, según el Seprona. Otro efecto es el riesgo en que incurrían los trabajadores que lo manipulaban y lo transportaban, especialmente en empresas subcontratadas no habilitadas y cuyos transportistas no contaban ni con cualificación ni con protocolos de actuación. La otra gran irregularidad es que los residuos iban a vertederos sin un tratamiento de desinfección previo como marca la normativa (autoclave o incineración).