20 partidos sin PIQUÉ
En el curso 2010-2011, el Barça sufrió la enfermedad de Abidal, la lesión de Puyol, la venta de Chigrinski y la conversión de Mascherano. El único inamovible fue Gerard Piqué. “Si caía Piqué se nos desmontaba el invento”, resumía Tito Vilanova. Durante una década, el central fue el bastión de la zaga, incluso retirándose de la selección para centrarse en el club. Hasta que el 21 de noviembre Correa se le cayó encima: lesión del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha.
El jugador optó por no operarse y el de hoy en Granada será el vigésimo partido del Barça sin Piqué. Koeman ha tenido que lidiar con una baja que no le había tocado a ninguno de sus predecesores. Como máximo, Piqué se había perdido un mes y 16 días por una fisura en la cadera entre abril y mayo del 2014.
Sin Piqué, Lenglet debía ejercer de líder pero el ex del Sevilla ha hecho aguas. Buen complemento, le ha pesado la responsabilidad. Aparece en varias fotografías como en el gol del Rayo o el de Williams en San Mamés, además de tener problemas con las tarjetas: 8 amarillas y una roja.
La suerte del Barça es haber descubierto a Araújo, un portento físico con unas dotes de liderazgo atípicas para su edad. Se nota que es uruguayo, de la escuela de Montero y Godín. Domina el juego aéreo, es rápido en carrera, se coloca bien, utiliza el cuerpo además de ser limpio. En el vestuario gusta su competitividad, ya que en los entrenos marca a Messi.
Su eclosión recuerda a la grata sorpresa que produjo la llegada de Umtiti en el 2016. El francés se coronó en el Mundial de Rusia pero desde entonces no levantaba cabeza por culpa del cartílago de la rodilla izquierda. Enfrentado con los médicos del club, apenas disputó 33 partidos en dos años pero ahora ha encadenado tres titularidades en la Liga a un nivel muy interesante. “Ha mejorado muchísimo su aspecto físico. Le veo bien. Ahora tiene que coger más ritmo de partido”, dice Koeman. La duda es si aguantará tres partidos en una semana.
Igual que Araújo, Mingueza lleva 18 partidos pero alternando la posición de central –la suya– con la de lateral diestro, donde ha sustituido a Dest. Se sabe el oficio y los riesgos. Es expeditivo y se complica poco, una virtud viniendo del filial.
Esa plaza que ocupa Mingueza podría haber sido también para el madrileño Jorge Cuenca, pero el club decidió venderlo en verano al Villarreal, que enseguida lo cedió al Almería. El club ingresaba 2,5 millones más cuatro posibles pero se desprendía de un puntal del B. En Segunda, Cuenca –Valverde le hizo debutar en la Copa– lleva 21 partidos y 3 goles.
Considerado como un Piqué en ciernes por su salida de balón y formado en la Masia, Eric García lleva tiempo soñando con su regreso al Barça. Acaba contrato en el City en junio y le comunicó a Guardiola que no iba renovar. Su deseo es triunfar en el Camp Nou pero de momento deberá esperar. Su posible fichaje ha sido uno de los culebrones de la campaña electoral pero no hubo consenso. La intención de todas las partes es que llegue gratis este verano.
En cambio, recuperar a Todibo nunca fue una opción. El francés, con apenas 5 partidos jugados en el Barça, ha encadenado su tercera cesión seguida. Estuvo en el Schalke, empezó el curso en el Benfica, donde ni siquiera debutó en la liga, y lo acabará en el Niza.
A Piqué se le esperaba en abril pero el tratamiento conservador está funcionando y tiene muy buenas sensaciones. De hecho, ayer Gerard cumplía 34 años y lo celebró entrenándose. Su idea es reaparecer para recibir al PSG el 16 de febrero. Faltan apenas dos semanas y en el Barça le aconsejan esperar y trabajar de cara al 10 de marzo en París. “En el caso de Gerard lo más importante es que se recupere y no hay que poner fechas. Ojalá pueda participar pero no tengo la seguridad”, pone calma Koeman.
LOS SUSTITUTOS
Araújo manda, Lenglet duda, Mingueza cumple, Umtiti mejora, Eric García espera y Cuenca se fue
EL MEJOR REGALO
El defensa, que ayer cumplió 34 años, está en la recta final de la lesión y piensa en el duelo del PSG