Garantizar derechos humanos solo puede sumar
Cuando hablamos de derechos trans o de una legislación trans, estamos hablando de derechos humanos. Derechos que, hasta ahora, y a pesar de vivir en una sociedad democrática que pretende ser igualitaria, se nos están negando de manera sistemática a muchas personas por el hecho de ser como somos.
Y lo que es peor, se nos niegan porque quien lo hace puede hacerlo amparándose en la legislación actual. Una legislación que sigue exigiéndonos el diagnóstico de un trastorno mental que, tal y como ya ha afirmado la OMS, no es tal. No estamos enfermas, por lo que no necesitamos del tutelaje de nadie ni que certifiquen quienes somos. Lo que reivindicamos, y lo que garantizará la legislación trans, es la igualdad ante la ley de las personas trans y una actualización del marco normativo español en relación a las directrices internacionales.
El derecho de autodeterminación para las personas trans está defendido por la ONU, la Unión Europea y reconocido legalmente ya en 11 comunidades autónomas españolas y en casi un tercio de los países de la UE. No es nada nuevo, ni otra cosa, sino la capacidad reconocida por ley de que nadie más que yo pueda acreditar quién soy.
No traerá el fin de la discriminación a la hora de alquilar un piso, de buscar un trabajo, no impedirá el acoso escolar, pero nos dará herramientas para prevenirlo y combatirlo. Solo gracias a un marco normativo que garantice y reconozca los derechos de las personas trans y LGTBI podremos alcanzar algún día, aunque este sea solo el primer paso de un largo camino, la igualdad real.
Los borradores presentados por el Gobierno representan una propuesta sólida y con garantías jurídicas, una buena base sobre la que trabajar para ampliar derechos y buscar consensos que repercutan en la mejora de la calidad de vida de miles de personas vulnerables que sufren unos tremendos índices de desempleo, sinhogarismo y agresiones, entre otras. Legislar para garantizar los derechos humanos es una de las obligaciones de las sociedades democráticas y solo puede sumar.
Solo con un marco normativo podremos alcanzar algún día la igualdad real y combatir la discriminación