Santa Coloma construye viviendas sociales en seis locales municipales
El Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet ha iniciado la primera fase de reconversión a viviendas de locales municipales ubicados en los barrios de Can Franquesa y Les Oliveres. La acción forma parte del plan impulsado desde la concejalía de Vivienda para aumentar el número de viviendas públicas con una inversión de 900.000 euros.
El Ayuntamiento aprobó el cambio de uso de todos los locales, que antaño habían funcionado como tiendas de barrio, que son de propiedad tanto municipales como privada, dando la oportunidad a los propietarios a acogerse a la iniciativa de obtener un rendimiento. La medida se ha iniciado en dos barrios pero se extenderá a otras zonas con necesidades de viviendas sociales. La alcaldesa, Núria Parlón, destaca que “no tiene sentido tener locales que no funcionen como comercio”.
Las viviendas que resultan de la remodelación son diversas, desde uno a tres dormitorios. Se utilizarán inicialmente para acoger a familias con pocos recursos que sean derivadas de los Servicios Sociales hacia la Mesa de emergencia social, que están a la espera de una solución habitacional.
En estos momentos ya está en marcha la primera fase de reforma de 15 locales, que están ubicados en las calles Cabrera, Córdoba y Sardana, de los que se obtendrán 14 viviendas. Actualmente se está ejecutando la reforma de seis locales en la calle Cabrera; el resto, otro en la misma calle, dos en la calle Córdoba y tres en la calle Sardana, están en periodo de licitación de obras. Está previsto que los trabajos de los primeros locales finalicen a mediados de este año, mientras que la segunda fase se prevé ejecutar en el 2022.
La primera edil subrayó que la iniciativa responde al compromiso del gobierno municipal para dotar de viviendas a los más necesitados, una iniciativa que entronca con el proyecto de Áreas de Conservación y Rehabilitación, que consiste en la renovación de edificios privados con parte de financiación pública.
Otra iniciativa en este sentido es la reconversión de la antigua escuela Miguel Hernández en un bloque de 48 pisos con servicios compartidos para mayores de 65 años, con rentas bajas o que viven en pisos no adaptados.
En otro orden, el Incasòl, en coordinación con el Ayuntamiento, ha empezado los derribos para construir un edificio de vivienda pública, con 38 pisos protegidos, en la plaza Alfonso Comín.