El Liceu celebra la belleza del planeta con la danza ecologista de Blanca Li
La coreógrafa granadina presenta terrenal ‘Solstice’ en su debut en el Gran Teatre
La danza vuelve al Liceu después de un año de total ausencia. Ni un solo ballet ha subido al escenario de la Rambla desde que el confinamiento obligara a cancelar la tan esperada Giselle de Akram Khan que iban a brindar en abril del 2020 el English National Ballet y Tamara Rojo. Quien rompe el hielo tras ese largo lapsus es la coreógrafa granadina Blanca Li que hace un par de años fue nombrada directora de Los Teatros del Canal de Madrid, y cuyo renombre traspasa ya estilos y disciplinas. Especialmente en Francia, donde se ha instalado durante décadas y donde en 2019 se convirtió en la primera mujer coreógrafa miembro de la Academia de Bellas Artes. Nombres ilustres de la cultura en el país galo, como el director musical William Christie, esperan con ilusión colaborar con ella...
Además, su fama de artista tecnológica y multimedia la precede, no en vano creó un musical con bailarines de Electrodance o dirigió el primer cortometraje de danza en realidad virtual en Francia. O animó a un pequeño artefacto a bailar en ROBOT! Eso y sus colaboraciones mediáticas con artistas como Beyoncé, Daft Punk, Paul Mccartney o Kylie Minogue.
Con este currículum hace su debut liceísta esta coreógrafa, bailarina, actriz, realizadora y artista multimedia, a la que no le son ajenos los coliseos líricos, en los que es llamada para dirigir escénicamente óperas y ballets. Blanca Li presenta hoy Solstice –hasta el día 9–, una pieza que evoca la belleza, el poder y energía de la naturaleza, para de este modo cuestionar los trastornos de nuestro ecosistema. Y para ello se sirve de catorce bailarines y un percusionista, que vibran en la onda de su estética y su poética personal.
Mirando atrás fue Gerard Mortier quien puso a Blanca Li en el mapa de los teatros de ópera. En 2009 la llamó para hacer que “se moviera algo” en la apocalíptica Am Anfang, el fresco escénico con el que el artista Anselm Kiefer celebraba el 20 aniversario de Opéra la Bastille. Desde entonces la ficha no ha hecho más que correr. Y su compañía, que fundó hace 18 años, aterriza en templos cada vez más sagrados.
En Solstice Blanca Li promete un baile orgánico, intuitivo y muy contemporáneo, con la poderosa música en vivo de Tao Gutiérrez que marca la pulsión terrenal junto con la respiración y los movimientos de los bailarines. Pero cada elemento es esencial en esta producción: la coreografía se nutre de las impresiones visuales que provocan desde el video y la iluminación hasta el vestuario de Laurent Mercier que ha realizado Chaillot–théâtre National de la Danse, y con el que a través de tejidos naturales y también tecnológicos, Blanca Li nos habla de nuestra relación con el mundo.
Pierre Attrait, antiguo colaborador suyo, firma una escenografía llena de intriga que evoca un cielo en movimiento, la viva imagen del paso del tiempo. Y como es habitual en la coreógrafa andaluza, la tecnología también estará presente con la ayuda de Charles Carcopino, que con efectos de vídeo evoca la naturaleza
La actual directora de los Teatros del Canal vuelca su poética en esta pieza para 14 bailarines y percusión
y sus transformaciones inducidas por el ser humano. Finalmente está la iluminación de Caty Olive, que tiene la habilidad de construir espacios con la luz. En conjunto, un viaje emotivo a la belleza, el vigor y la fragilidad del universo.
El Liceu avanza horarios para cumplir con las restricciones sanitarias. Hoy hay doble función a las 16.30 h y las 20.30 h. La del día 7 es a las 18h y la del 9 a las 19 h. Y atención a los menores de 35 años. El Liceu Under 35 se estrena con la danza. El día 8 a las 19 h cerca de un millar de jóvenes tendrán acceso a Solstice a un precio único de 15 euros. Lógicamente las entradas ya están agotadas.