Creer en el efecto Pacheta
El nuevo técnico del Huesca ha traído aires renovados al colista
Que el Huesca ya ha descendido? Que se preparen, que nos esperen”. Con esa contundente frase desafiante se presentó José Rojo, más conocido como Pacheta (Salas de los Infantes, 1968), el día que era nombrado nuevo entrenador del Huesca. Solo han pasado dos semanas y en el Alto Aragón se respiran ya nuevos aires. El equipo oscense sigue colista, pero solo a tres puntos de la salvación. Tras mostrar brotes verdes en su estreno en Getafe (1-0) y empatar contra el Villarreal (0-0), la primera alegría se produjo frente al Valladolid (1-3). “Nos vamos más contentos que la leche, porque la victoria siempre alegra, da confianza y genera que el jugador crea en lo que trabaja”, dijo entusiasmado.
La motivación y la fe siempre han sido condimentos indispensables en cualquiera de sus proyectos desde que cogió por primera vez una pizarra por accidente. Fue en el Numancia y en Primera, categoría que no pisaba desde hacía doce años. En aquel entonces era secretario técnico del club soriano, donde había colgado las botas unos años antes. Al echar a Sergio Kresic y tener carnet de entrenador, le animaron a cambiar el palco por el banquillo, una zona del campo que ya no quiso volver a abandonar. Pese a su pasión tardía por entrenar, ya gozaba de ese instinto. “Cuando jugaba ya tenía esa personalidad muy abierta. Sobre el césped era la voz del míster, interpretando sus instrucciones y ayudando a los compañeros”, recuerda Moisés Arteaga, amigo y compañero suyo durante su etapa en el Espanyol, en los noventa.
El camino del burgalés hasta volver a la élite ha sido largo, y, en ocasiones, lejano. Sus siguientes pasos fueron en Segunda B (Oviedo y Cartagena) con buenos resultados. Luego salió al extranjero, con un breve periodo en el Hércules de por medio. Estuvo la temporada 20132014 en Polonia dirigiendo al Korona Kielce y el 2016 y 2017 los pasó solo –su familia se quedó en Soria– entrenando al Ratchaburi tailandés, previo paso por Australia para aprender inglés. La experiencia adquirida le sirvió, dice, para ser más osado en su aventura en el Elche. En dos años y medio lo llevó de Segunda B a Primera, todo un hito si se tiene en cuenta que el club ilicitano contaba con uno de los presupuestos más bajos de la categoría de plata el curso anterior. “Es un apasionado del fútbol. Cuando pierde apenas duerme por las noches”,
desvela Juan Carlos Cubeiro, coach especializado en liderazgos que ha escrito junto a Pacheta estos últimos meses Un equipo honesto. Así
ascendimos a Primera. Su excelente rendimiento sin embargo fue insuficiente para que le ofrecieran renovar, algo que le dolió pero que aceptó con “optimismo inteligente”.
Humilde, cercano y trabajador, está acostumbrado a tomar el timón en plena tormenta. Lo ha hecho en el pasado con proyectos a corto plazo y los resultados le avalan. “Sabe sacar lo mejor de cada jugador en poco tiempo. Es un motivador nato y un líder”, apunta José Juan, portero del Elche en el ascenso a Segunda y ahora en el Alcoyano, un rival que contribuyó a que el Madrid llegue con dudas a El Alcoraz. “Saldremos a ganar a pesar de que sea el mejor equipo del mundo”, quiso recalcar Pacheta en la previa.
SIN EQUIPO DESDE AGOSTO
En dos años y medio ascendió al Elche de Segunda B a Primera, pero no quisieron renovarle