Salvini y el M5E se abren a apoyar al ejecutivo de Draghi en Italia
El exjefe del BCE podrá gobernar si confirman su bendición esta semana
Mario Draghi tiene prácticamente asegurado gobernar Italia después de que tanto la Liga como el Movimiento 5 Estrellas (M5E) se abrieran ayer a apoyar su futuro ejecutivo. El expresidente del Banco Central Europeo (BCE) necesita el visto bueno de por lo menos una de ambas formaciones para obtener la confianza de las Cámaras, y cerró su primera ronda de consultas logrando el vía libre de ambos partidos.
Las consultas de ayer eran determinantes para el economista, considerado salvador del euro que no solo tenía que verse con Matteo Salvini, sino también con Beppe Grillo, el alma fundacional del M5E, y quien hasta no hace mucho solía manifestarse contra la moneda única. Los antes euroescépticos dieron un giro completo a sus posiciones pasadas: nadie quiere quedarse fuera en el momento en que Italia podrá gastar los 209.000 millones que le tocan del fondo de recuperación europeo.
El primero en llegar fue el líder ultraderechista, quien llevaba reclamando que Italia ponga las urnas desde que tumbó el primer gobierno de Giuseppe Conte. Tras la caída del segundo ejecutivo del jurista provocada por Matteo Renzi insistía en que la única salida a la crisis política era unas elecciones que, según las encuestas, le otorgarían el poder en bandeja. Pero, presionado por los representantes del sector “moderado” de la Liga, como su segundo Giancarlo Giorgietti o el gobernador del Véneto Luca Zaia, muy cercanos a los intereses de las industrias del norte del país, abandonó su pretensión de acudir a elecciones anticipadas y aseguró que no pone “condiciones” para apoyar a Draghi.
“No ponemos condiciones, otros lo hacen, nosotros no. No hemos hablado de personas, ni de ideas ni movimientos. Es un momento en el que por el bien del país se tienen que superar los intereses personales y los partidismos”, declaró Salvini, diciendo que prefiere “estar en la habitación donde se decida cómo se utiliza el dinero de nuestros hijos, que fuera”. El cambio de la Liga pone en serios problemas al Partido Demócrata (PD), que también apoya el gobierno de Draghi, pero finalmente podría optar por un apoyo externo si el ejecutivo cuenta con ministros de la ultraderecha.
También ha abandonado sus anteriores principios el M5E, profundamente dividido sobre si apoyar o no el gobierno de un economista que parte de sus bases consideran el máximo representante del establishment contra el que nacieron. Grillo, desaparecido de la escena política desde hace dos años, lideró la comitiva en el palacio de Montecitorio, sede de la Cámara Baja, donde se están llevando a cabo las reuniones, pero la abandonó sin dar ninguna declaración. Sí habló Vito Crimi, líder regente del movimiento, quien anunció “lealtad” si se forma el nuevo gobierno. Sin embargo, el M5E parece más cauto y antes de confirmar su apoyo quieren conocer a fondo el programa de Draghi.
Ahora el exjefe del BCE tiene por delante otra ronda de consultas destinadas a formar su gabinete, concretar la agenda y acabar de decidir si incluir a representantes políticos entre sus ministros junto a los técnicos. Los primeros encuentros le han ido muy bien: solamente los ultraderechistas Hermanos de Italia se niegan a tener algo que ver con su futuro ejecutivo.
Nadie quiere quedarse fuera en el momento en que Italia debe gastar los 209.000 millones de los fondos europeos